Pueden
ser de Xenon, o iluminar un área más amplia. En el mejor de los casos
quizá hasta se muevan un poco en función del giro del vehículo pero poco
más. Las luces que llevan nuestros coches no han evolucionado mucho,
así que Ford está trabajando en un sistema que nos servirá para ver
mucho mejor en la oscuridad.
El
prototipo de este nuevo sistema de luces consiste en varios focos
capaces de orientarse libremente conectados al GPS y a una serie de
cámaras infrarrojas. La utilidad del GPS es conocer el trazado de la
carretera de manera que las luces se anticipen al mismo y sean capaces
de iluminarlo en diferentes direcciones. El ejemplo más claro de esto
son las intersecciones. Al llegar de noche a un cruce que no está
iluminado, las luces convencionales enfocan hacia delante, pero lo que
necesitamos es ver a los lados. Las nuevas luces creadas por el
laboratorio de investigación de Ford hacen precisamente eso: enfocar a
ambas vías para permitirnos ver mejor lo que hay en cada una antes de
girar.
Cuando no
hay datos del GPS, las cámaras de vídeo nocturnas son las que toman el
control. Con un rango de visión más amplio que el del conductor, estos
ojos se encargan de detectar objetos en las oscuridad y resaltarlos
mediante diferentes colores en función del nivel de riesgo. No tienen
por qué ser objetos en la vía. El sistema también puede ver a un peatón
circulando por el arcén o un ciervo a punto de saltar a la carretera.
Aparte de resaltarlos en la pantalla del vehículo, si el sistema lo cree
relevante, mueve alguna de sus luces para iluminar el objeto.
Queda por
ver si un juego de luces así no acabará resultando una distracción para
el conductor, pero la idea es muy buena, al menos sobre el papel. El
sistema es aún un prototipo en plena fase de desarrollo y no está
disponible comercialmente. Este vídeo muestra su funcionamiento [Ford vía Engadget]
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