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El mayor deseo de James Verone era estar preso.
A sus 59 años, este hombre de Carolina del Norte, Estados Unidos, no tenía dinero ni trabajo pero sí una protuberancia en el pecho, artritis generalizada, síndrome del túnel carpiano y un problema en el pie izquierdo.
Así que esta semana fue al banco más cercano y le entregó -sin estar armado ni emplear la violencia- una nota a la cajera de turno que decía: "Esto es un atraco, dame un dólar".
"No estaba asustado", relató luego Verone.
Tras entregar el papel, se sentó en uno de los sillones del banco a esperar que la policía llegara y lo arrestara.
Su plan para obtener atención médica gratuita se había materializado.
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