El plantío también contaba con equipo de riego.
Las plantas tenían una altura promedio de un metro y medio, listas para cosecharse.
De ellas se habrían obtenido aproximadamente 120 toneladas de droga.
Por este decomiso, según las autoridades, el narco perdió un aproximado de 60 millones de dosis de marihuana, que le habrían dado ganancias millonarias.
Un cigarrillo de marihuana equivale a dos gramos de la droga.
La superficie detectada en San Quintín, Ensenada, Baja California, es el doble de la suma de las áreas localizadas en los poblados de Cruz de Elota, Sinaloa (Marzo 2007) y Búfalo, Chihuahua (agosto 1991).
Se logró la detención de 16 civiles; las autoridades comenzaron la destrucción de la droga mediante incineración.
El histórico sembradío mexicano tenía aire acondicionado, sistema de riego y habitaciones.
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