Un consejo local en el centro de Turquía construyó
una sala mortuoria con un sistema de alarma para que suene en caso de
que las personas aparentemente muertas despierten.
La agencia turca de noticias Anatolia informó
que los refrigeradores del depósito de cadáveres son sensibles al
movimiento en el interior.
"Si el paciente, declarado muerto por los médicos, se despierta de un estado de inconsciencia, entonces estamos considerando todas y cada una de las posibilidades", aseguró.
El funcionario, Akif Kayadurmus, añadió que las puertas del refrigerador estaban equipadas con un sistema especial que se abre automáticamente en caso de contacto.
El depósito de cadáveres en el municipio de provincia de Malatya tiene una capacidad para 36 cuerpos.
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