Basta una bandeja de maníes compartida en un
aeropuerto o una reunión de ejecutivos que se dan un apretón de manos
antes de despedirse. O un hombre que tose en un autobús repleto, o un
casino de lujo donde miles de turistas tocan las fichas con las que
hacen sus apuestas.
Basta un instante de contacto interpersonal para
que, en cuestión de días, un virus letal se disperse por el mundo y
dispare una pandemia. Esa es la historia que cuenta "Contagio", la
última película del director Steven Soderbergh, que acaba de estrenarse
en Estados Unidos.La cinta -con un elenco multiestelar que incluye a Matt Damon, Jude Law, Gwyneth Paltrow y Marion Cotillard- está pensada como un thriller realista donde el pánico que trae la enfermedad se convierte en desorden social.
Pero, a diferencia de otras películas de catástrofe médica -como "La amenaza de Andrómeda" (1971) o "Epidemia" (1995), que abandonaron toda pretensión de realismo científico y esbozaron teorías conspirativas sobre el origen de las enfermedades-, la de Soderbergh se concentra en el virus mismo: en su avance silencioso hasta convertirse en amenaza sin fronteras, tal como se ha visto recientemente con los brotes de fiebre aviar o gripe porcina.
"Hice una educación completa sobre virus con epidemiólogos en San Francisco. Queríamos que la película resultara tan real como fuera posible", confirmó ante BBC Mundo el premiado director, que mandó a registrar los sonidos originales de las heladeras y las centrifugadoras de laboratorio para usar el audio en la banda del filme.
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