Un satélite cuya órbita se está degradando
probablemente entre a la atmósfera terrestre este viernes,
y 26 de sus piezas tienen una buena oportunidad de sobrevivir al calor
que producirá su reingreso, anunció la NASA este miércoles.
A pesar de estar seguros de que el Satélite de Investigación de
Atmósfera Superior (UARS, por sus siglas en inglés) volverá a entrar en
la atmósfera en algún momento del viernes en horario de Estados Unidos,
Mark Matney, del equipo de Desechos Orbitales de la NASA, dijo a CNN que
no hay manera de saber dónde caerá.
Debido a que el satélite viaja miles de kilómetros en cuestión de
minutos, detalló Matney, incluso instantes antes del reingreso será
imposible determinar una ubicación exacta.
La NASA dice que la mayor parte de la nave espacial de seis toneladas
está hecha de aluminio, que tiene una temperatura de fusión
relativamente baja y se quemará en el reingreso. Pero alrededor de media
tonelada de material probablemente logre atravesar.
“Hay algunas piezas que están hechas de acero inoxidable, titanio y
berilio, que tienen temperaturas de fusión muy altas, y esas piezas van a
sobrevivir”, dijo Matney.
Dijo que la NASA ha identificado 26 piezas, que van desde decenas de
kilogramos a unos pocos cientos de kilogramos, que podrían hacerlo.
Dado que el agua cubre cerca del 70% de la superficie de la Tierra,
la NASA cree que la mayoría, si no es que todos los desechos, lograrán
aterrizar en un océano o mar. Incluso si las piezas golpean contra
tierra firme, hay muy poco riesgo de que éstas impacten contra alguna
persona.
Objetos de este tamaño reingresan a la atmósfera de la Tierra una vez
al año, según la NASA. Éste es el mayor satélite de la NASA que volverá
a entrar en en 30 años, pero esas seis toneladas son sólo una fracción
del tamaño del
Skylab de 75 toneladas que cayó a la Tierra en 1979. Porciones de él cayeron en Australia Occidental.
El mapa donde puedes seguir los movimientos del UARS está saturado por exceso de solicitudes.
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