En comparación con esta búsqueda, encontrar una aguja en un pajar parecería un juego de niños.
El meteorito, que apareció como una estela de fuego deslumbrante, era probablemente, según los científicos, un trozo de roca espacial del tamaño de una pelota de fútbol.
Se cree que partes pequeñas del meteoro –meteoritos- podrían haber sobrevivido a la caída a la Tierra y los astrónomos ya comenzaron a reunir datos que les puedan ayudar en su investigación.
La bola de fuego cruzó de oeste a este el cielo del sur de California, fue observada en Nevada y Arizona hasta que la vieron desintegrarse sobre Phoenix, la capital de este último estado.
Muchos de los que presenciaron el fenómeno telefonearon a las autoridades después de haberlo captado con las cámaras de sus móviles. Esas imágenes inundaron Twitter y los noticieros del día siguiente.
"Estaba más cerca que una estrella fugaz y se pudo ver cómo se rompió en pedazos", dijo el sargento Mark Clark del departamento de policía de Scottsdale, en Arizona, quien fue testigo del resplandor.
Si llegaran a encontrarlos, los meteoritos podrían aportar pruebas sobre los orígenes de nuestro sistema solar y la composición química y la estructura física de otros cuerpos celestes.
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