Un sorpresivo reacomodo en la lista de favoritos a
lograr la nominación presidencial por el Partido Republicano se produjo
esta semana y un aspirante cuya postulación no era tomada muy en serio
hasta hace un mes ha entrado en la pelea por los primeros puestos.
El ascenso de Herman Cain es sorprendente no
sólo por lo repentino e inesperado, sino porque es el candidato con el
perfil menos político de los ocho en competencia y además es el único
negro, en un partido que no cuenta con muchos afroamericanos en sus
filas o elegidos.Las últimas encuestas indican que Cain, exdirector de una cadena de pizzerías y quien nunca ha ejercido un cargo público, se ha colocado a la saga de los favoritos originales: el exgobernador de Massachussets, Mitt Rommey, y el actual gobernador de Texas, Rick Perry.
Pero para Cain, más difícil que subir en las preferencias podría ser mantenerse, ya que se topará con problemas que no eran tales cuando estaba en los márgenes de la campaña y nadie pensaba que era políticamente rentable atacarlo o escudriñar mejor su desempeño.
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