El tren más rápido de Estados Unidos sale lentamente del andén número 10 en la estación Penn, en Nueva York. Sin prisas, el Acela Express hace su primera parada trece minutos después. Esto es un tren de alta velocidad al estilo estadounidense.
El ejecutivo Michael Shepard dice que ir en tren es mejor que viajar. "Tomar un avión se ha vuelto muy poco atractivo, especialmente para distancias cortas. El tren es más rápido y me deja directamente en la ciudad".
Pero al mismo tiempo reconoce que el precio especial que debe pagar para un tren expreso no representa una buena relación calidad-precio.
"Le dicen 'alta velocidad', ¿pero es así en serio? Esa es la pregunta".
Trenes en EE.UU. y trenes en Europa
Otros pasajeros dicen que el tren es confiable y cómodo, pero aquellos que han viajado en trenes europeos dicen que los estadounidenses apenas se comparan en términos de frecuencia, velocidad y lujo relativo.El Acela es el tren insignia de la compañía estatal Amtrak. Gana suficiente dinero como para cubrir sus gastos operativos, y poco más, y cubre trayectos en el noreste del país con trenes que pueden llegar a los 241 kilómetros por hora pero normalmente viajan a unos 127 kilómetros por hora.
Eso no es suficientemente rápido para cumplir con las definiciones internacionales de alta velocidad, aunque una próxima mejora significará que los trenes podrán alcanzar los 257 kilómetros por hora a más tardar en 2017.
"Este es el primer paso en un programa mayor para la visión de Amtrak de llegar a 354 kilómetros por hora", dice el vocero de la compañía Steve Kulm, quien añade que hay compañías privadas que están interesadas en ayudar a pagar por la mejora.
A pesar del relativamente alto estándar de servicio en el noreste, el esplendor arquitectónico de algunas estaciones y unos cuantos viajes pintorescos, viajar en tren no es una actividad común en el país de los automóviles.
En un país que debe su grandeza económica a los ferrocarriles -el primer ferrocarril transcontinental unió el este y el oeste en la década de 1860- la mayor parte de las inversiones en las últimas décadas han sido para las avenidas y la aviación.
"Esto es verdaderamente un sistema de transporte para el siglo XXI y no hay razones para que no debamos construirlo."
Andy Kunz, presidente de la Asociación de EE.UU. de Ferrocarriles de Alta Velocidad
0 Comentarios