Un experto en anestesiología acusó al médico del cantante de actuar como un mero empleado al acceder a todas sus peticiones. El artista exigía el sedante.
"La relación doctor-paciente consiste en que el doctor debe poner al paciente en primer lugar. Eso no significa que haga lo que el paciente le pide, sino lo que es adecuado para el paciente", afirmó el anestesista Steven Shafer en el proceso en la Corte Superior de Los Ángeles.
Murray, un cardiólogo de 58 años, era médico personal de Jackson y es
acusado de homicidio involuntario por suministrar el anestesiante al
cantante para tratar su insomnio. El "rey del pop" murió a los
50 años en su mansión en Los Ángeles de una sobredosis el 25 de junio de
2009, mientras preparaba unos conciertos en Londres.
Murray declaró que Jackson era adicto al propofol y que él intentaba
curar su hábito. Sin embargo, tras una larga noche de insomnio, Jackson
le había rogado que le diera su "leche", como el cantante llamaba al
sedante de color blanco, argumentando que necesitaba estar descansado
para ensayar.
"Un doctor le hubiera dicho 'No te voy a dar nada, tienes un trastorno del sueño' y lo hubiera referido a un especialista", reitero Shafer.
El especialista señaló que Murray cometió violaciones atroces de los
estándares de la profesión que condujeron a la muerte del "rey del pop".
Una de ellas, es que "Michael Jackson murió porque dejó de
respirar, algo que es completamente normal y rutinario durante un
procedimiento, pero no es un problema porque el doctor debe estar allí
para reabrir las vías del paciente", agregó Shafer.
Murray declaró que fue al baño un par de minutos luego de sedar a Jackson y que, al volver, notó que el cantante no respiraba.
Shafer comparó esta acción con la del conductor de un "motorhome" que
va al baño abandonando el volante con el vehículo andando. "En el lugar
no había prácticamente ninguna de las medidas preventivas que se toman
cuando se administra propofol", agregó el experto.
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