El artista reveló que Pekín lo persigue por unas viejas fotos en las que posa sin ropa junto a cuatro mujeres. Decenas de seguidores subieron imágenes similares a la web bajo la consigna "La desnudez no es pornografía".
Acusado ya de evasión fiscal, el pintor
multifacético, hoy más que nunca blanco de las autoridades chinas,
señaló el viernes que era acusado de "pornografía" por posar desnudo
junto a cuatro mujeres (foto principal). En un blog titulado Oye, gobierno chino: la desnudez no es pornografía, decenas de sus seguidores publicaron fotos donde también posan como Dios los trajo al mundo.
Algunos publican sólo primeros planos de parte de su anatomía y otros
van mucho más lejos. Otra de las tantas imágenes muestra a un joven en
la postura del Pensador de Rodin. También las hay al estilo del David de Miguel Ángel.
Ai Weiwei, por su parte, considera "ridículas" las
nuevas acusaciones. "Nuestra nación está ya muy corrompida, contra tanto
sexo, pero ellos creen que fotos de desnudos en Internet son
pornografía", se burló.
El jueves pasado, la Policía mandó llamar al camarógrafo de videos
Shao Zhao, uno de los ayudantes de Ai, y lo interrogó el jueves pasado.
De acuerdo con el hombre, le preguntó sobre una fotografía artística
intitulada Un tigre, ocho senos, que quedó en el centro de la polémica, pese a ser tomada hace un año.
Ai puso en duda que la policía comprenda el arte y la cultura.
"Si la policía considera pornografía los desnudos, entonces China se
encuentra todavía en la época de la dinastía Qing", agregó.
Weiwei, descrito a nivel internacional como un artista conceptual, fue detenido casi tres meses a principios de año
durante la campaña de represión contra la disidencia. Los activistas
interpretaron la detención y posteriores acusaciones de evasión fiscal
como una forma de castigar al artista por sus abiertas críticas hacia el
gobierno autoritario.
El artista se beneficia desde comienzos de mes de un vasto movimiento de solidaridad de usuarios de Internet y de ciudadanos que se han organizado una gran reunión para ayudarlo a responder a un reajuste fiscal destinado, según él, a "demolerlo". Gracias a la movilización de 30 mil chinos pudo pagar la garantía para poder apelar el cambio tributario que lo afecta en 2,2 millones de dólares. Según el Gobierno comunista, esa es la cifra que habría evadido.
Asiduo utilizador de los medios sociales, Ai Weiwei confió que no ha tenido mucho tiempo últimamente para dedicarse a su producción artística,
pero su combate por los derechos humanos puede entrar en esta
categoría. "Pienso que mi trabajo artístico es éste. Mi obra trata de la
comunicación y expresión de mi preocupación social", declaró el
disidente, que ha realizado una larga investigación sobre los derrumbes
de las escuelas, construidas en plan barato, durante el sismo de Sichuan
de 2008, y la muerte de un alto número de niños
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