La Dirección Nacional de Control de Drogas
apresó a dos “mulas”, incluyendo una de nacionalidad serbia, cuando
trataban de viajar anoche con droga a Holanda y Alemania por el
Aeropuerto de Punta Cana, mientras que otros tres kilos de la misma
sustancia fueron impedidos de ser enviados a través del Instituto Postal
Dominicano (Inposdom) a España.
El organismo identificó a los apresados como la dominicana Johanna Ramona de León Hurtado, de 26 años, y Stojadinovic Stefan, de 33, de nacionalidad serbia, ambos fueron impedidos de abordar los vuelos 07211 y DE-1233, de las aerolíneas KLM y Condor, respectivamente.
De León Hurtado llevaba poco más de un kilo 710 gramos de un polvo blanco, presumiblemente cocaína, y el extranjero llevaba consigo 40 bolsas de la misma sustancia, y además del paquete de droga, a esta mujer les fueron ocupados 850 dólares en efectivo, un teléfono móvil y sus documentos personales, entre otras pertenencias.
El informe detalla que Stefan, que vino al país como “turista”, tenía droga adherida al cuerpo y escondida entre los calzoncillos, y también le fueron retenidos 40 dólares y 100 pesos, además de una licencia de conducir y su carnet del Seguro Social.
Mientras que los tres kilos de cocaína iban a ser enviados a Valencia, España, por el Inposdom, donde reside una de las personas que recibiría la sustancia prohibida, estaban contenidos en un sobre grande con una tarjeta navideña.
La institución declaró que el envío era realizado por un sujeto llamado Jorge Jiménez Encarnación, supuestamente domiciliado en la Avenida Rómulo Betancourt, en la capital, mientras el remitente sería una mujer llamada Laura Rossel, residente en la Avenida Buryassot 27, Apartamento 2, en la ciudad española de Valencia.
También fue ocupado un paquete que tenía en su interior cinco fundas llenas de carpetas negras y éstas con sus respectivos cintillos llenos de un polvo blanco, con peso superior a los dos kilogramos, que sería enviada por una firma de correos privada.
La DNCD explicó que los propios ejecutivos de la firma privada alertaron a la agencia sobre la sospecha de que en las carpetas que serían enviadas al exterior habían sustancias extrañas, lo que determinaron los agentes inmediatamente acudieron al requerimiento de la compañía, cuyo nombre se omite a requerimiento de los responsables de la misma.
Por este hecho aún no hay ninguna persona detenida y tampoco se ofrece detalles sobre el remitente ni el destinatario de la droga.
El organismo identificó a los apresados como la dominicana Johanna Ramona de León Hurtado, de 26 años, y Stojadinovic Stefan, de 33, de nacionalidad serbia, ambos fueron impedidos de abordar los vuelos 07211 y DE-1233, de las aerolíneas KLM y Condor, respectivamente.
De León Hurtado llevaba poco más de un kilo 710 gramos de un polvo blanco, presumiblemente cocaína, y el extranjero llevaba consigo 40 bolsas de la misma sustancia, y además del paquete de droga, a esta mujer les fueron ocupados 850 dólares en efectivo, un teléfono móvil y sus documentos personales, entre otras pertenencias.
El informe detalla que Stefan, que vino al país como “turista”, tenía droga adherida al cuerpo y escondida entre los calzoncillos, y también le fueron retenidos 40 dólares y 100 pesos, además de una licencia de conducir y su carnet del Seguro Social.
Mientras que los tres kilos de cocaína iban a ser enviados a Valencia, España, por el Inposdom, donde reside una de las personas que recibiría la sustancia prohibida, estaban contenidos en un sobre grande con una tarjeta navideña.
La institución declaró que el envío era realizado por un sujeto llamado Jorge Jiménez Encarnación, supuestamente domiciliado en la Avenida Rómulo Betancourt, en la capital, mientras el remitente sería una mujer llamada Laura Rossel, residente en la Avenida Buryassot 27, Apartamento 2, en la ciudad española de Valencia.
También fue ocupado un paquete que tenía en su interior cinco fundas llenas de carpetas negras y éstas con sus respectivos cintillos llenos de un polvo blanco, con peso superior a los dos kilogramos, que sería enviada por una firma de correos privada.
La DNCD explicó que los propios ejecutivos de la firma privada alertaron a la agencia sobre la sospecha de que en las carpetas que serían enviadas al exterior habían sustancias extrañas, lo que determinaron los agentes inmediatamente acudieron al requerimiento de la compañía, cuyo nombre se omite a requerimiento de los responsables de la misma.
Por este hecho aún no hay ninguna persona detenida y tampoco se ofrece detalles sobre el remitente ni el destinatario de la droga.
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