Las condiciones del río Ozama son deplorables
según el presidente de la fundación Ozama Verde, Carlos Perkings Torres,
quien encabezó ayer, junto a cientos de estudiantes del liceo Socorro
Sánchez, una jornada de limpieza que se extendió durante toda la mañana.
Botellas plásticas de refrescos, de agua, recipientes de comida y peces muertos fueron encontrados por el grupo a la orilla del acuífero, algo que no sorprendió a los directivos de la fundación que en jornadas anteriores han encontrado barcos hundidos por las industrias que allí vierten sus desechos.
“La gente tiene que entender que todos contaminamos si lanzamos botellas o basura en cualquier lugar y eso es lo que queremos llevarles a los estudiantes, que entiendan que los contaminantes somos nosotros”, dijo Perkings Torres. Los directivos de la fundación dicen que se hace necesaria una limpieza constante y, cumplir con la ley medioambiental que establece una franja de protección obligatoria de 30 metros a ambos márgenes de las corrientes fluviales.
“El Plan Nacional de Ordenamiento Territorial establecerá la zonificación hidrológica, priorizando las áreas para producción de agua, conservación y aprovechamiento forestal así”, dice el artículo 129 de la ley general de medioambiente y recursos naturales.
Según Perkings Torres, para asegurar la limpieza del río Ozama se necesita mudar a las poblaciones urbanas asentadas en los barrios Simón Bolívar, Gualey, La Ciénaga, Los Mina, Moisés, El Dique Primero y el Dique Segundo.
Según la fundación, solo la cañada ubicada justo bajo la iglesia Nuestra Señora del Rosario vierte diariamente alrededor de 400 toneladas de basura por día, y esta basura es producida por los habitantes cercanos al Faro a Colón, situación que demuestra que no importa donde arrojemos la basura porque está terminaría en nuestros ríos y luego en el mar.
Botellas plásticas de refrescos, de agua, recipientes de comida y peces muertos fueron encontrados por el grupo a la orilla del acuífero, algo que no sorprendió a los directivos de la fundación que en jornadas anteriores han encontrado barcos hundidos por las industrias que allí vierten sus desechos.
“La gente tiene que entender que todos contaminamos si lanzamos botellas o basura en cualquier lugar y eso es lo que queremos llevarles a los estudiantes, que entiendan que los contaminantes somos nosotros”, dijo Perkings Torres. Los directivos de la fundación dicen que se hace necesaria una limpieza constante y, cumplir con la ley medioambiental que establece una franja de protección obligatoria de 30 metros a ambos márgenes de las corrientes fluviales.
“El Plan Nacional de Ordenamiento Territorial establecerá la zonificación hidrológica, priorizando las áreas para producción de agua, conservación y aprovechamiento forestal así”, dice el artículo 129 de la ley general de medioambiente y recursos naturales.
Según Perkings Torres, para asegurar la limpieza del río Ozama se necesita mudar a las poblaciones urbanas asentadas en los barrios Simón Bolívar, Gualey, La Ciénaga, Los Mina, Moisés, El Dique Primero y el Dique Segundo.
Según la fundación, solo la cañada ubicada justo bajo la iglesia Nuestra Señora del Rosario vierte diariamente alrededor de 400 toneladas de basura por día, y esta basura es producida por los habitantes cercanos al Faro a Colón, situación que demuestra que no importa donde arrojemos la basura porque está terminaría en nuestros ríos y luego en el mar.
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