Mantener fuera de nuestro cuerpo los kilos de más y evitar que
regresen es difícil, incluso para los más estrictos con su dieta, y los
científicos podrían estar cerca de determinar por qué sucede esto.
Un grupo de investigadores encontró que los alimentos ricos en grasas
causan daño en el hipotálamo de los roedores (la zona del cerebro
responsable del hambre, la sed y los ritmos naturales del cuerpo, entre
otras cosas).
“Estos son documentos muy importantes que empiezan a sostener la idea
de que no tenemos el control, como lo pensamos”, dijo el médico Steven
R. Smith, directivo del
Centro de Investigación de la Diabetes y la Obesidad de Sanford- Burnham, que no participó en el
estudio publicado en
The Journal of Clinical.
Sin embargo, Smith dice que los investigadores deben determinar
primero si lo ocurrido en los modelos de roedores se traducirá en los
humanos. No todo lo que los científicos observan en los roedores se
aplica a los seres humanos, pero esto es un punto de partida.
“Esta es la punta de lanza. Hemos estado hablando mucho acerca de la
dieta y la fuerza de voluntad, el ejercicio y este tipo de cosas. Esto
es radicalmente diferente (pensando) que
las dietas realmente pueden reprogramar la estructura del cerebro”.
El cuerpo humano está diseñado para regular la cantidad de energía
que se almacena como grasa mediante un proceso denominado homeostasis de
la energía, dijo el autor principal del estudio, el médico Michael
Schwartz. Para una persona de peso normal, eso es bueno. Pero una vez
que una persona se vuelve obesa, su cuerpo parece querer permanecer en
ese nuevo peso de forma permanente.
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