¿Se imagina un futuro en el que su médico sea una
máquina? ¿O en el que se puedan imprimir riñones o huesos de repuesto?
¿Prótesis robóticas, celulares que controlan nuestros niveles de azúcar o
realidad aumentada para detectar, por ejemplo, un cáncer de piel?
Aunque muchas de estas tecnologías están todavía
en pañales, se sorprendería al saber cuán cerca estamos de emplear
algunos de estos recursos en medicina y cómo éstos revolucionarán los
tratamientos médicos en la próxima década.¿Adiós a los médicos... Humanos?
Algunos recordarán aquella máquina que escaneaba la salud de los protagonistas de Viaje a las estrellas. Fue precisamente al ver esta serie de ciencia ficción que a Walter Brouwer, uno de los fundadores de la compañía clic Scanadu, se inspiró para plantear la fabricación del Medical TricorderEstamos hablando de Inteligencia Artificial, toda esa serie de programas que piensan y llegan a conclusiones a partir del procesamiento y contraste de datos.
Programas
de inteligencia artificial podrían sustituir a los médicos a la hora de
controlar y tratar nuestros problemas de salud.
La Fundación X-PRIZE propuso un premio de US$10 millones para quién desarrolle esta tecnología. Ya hay una decena de empresas trabajando en un modelo y el objetivo es que esté disponible comercialmente en tres o cinco años.
Por su parte, otros programas inteligentes como Siri de Apple y Watson de IBM ya se están incorporando al mundo de la medicina.
Combinados con los sistemas de computación en nube, pueden convertir nuestros celulares en médicos personales en potencia.
Imprimiendo riñones
Las impresoras 3D, cada vez más asequibles, van a dar mucho que hablar en muchas áreas, pero en medicina podrían ser particularmente revolucionarias.Si un paciente ha perdido una pierna, estas máquinas podrían escanear el miembro seccionado y elaborar una prótesis que se ajuste a la medida y color de piel del paciente.
Pero el concepto va muchísimo más allá y podría poner fin al drama de aquellos pacientes que necesitan un transplante de órganos.
Las bioimpresoras todavía son todavía experimentales pero podrían revolucionar el mundo del transplante de órganos.
Estamos hablando de la bioimpresión y no es un concepto nuevo. Hace años que se viene planteando esta posibilidad, pero sólo recientemente parece estar, nunca mejor dicho, materializándose.
0 Comentarios