"Ha sido motivo de gran alegría para mi ver al comandante Fidel sano y salvo", dijo Ahmadinejad a los periodistas en el aeropuerto de La Habana, donde fue despedido por Raúl Castro antes de concluir su visita oficial a Cuba y viajar con destino a Ecuador.
El jefe del régimen de Irán calificó de "buenísimas" tanto la reunión con Fidel Castro como la que mantuvo posteriormente con su hermano Raúl. "En realidad, (Cuba e Irán) estamos en un mismo frente luchando con el fin de reivindicar los derechos de los pueblos", aseveró Ahmadinejad.
Agregó que su país y Cuba tienen "posturas comunes" en muchos asuntos regionales e internacionales, y que ambos seguirán colaborando en las áreas económicas, de inversiones, comercio y en otros asuntos políticos.
Ahmadinejad y el general Raúl Castro también analizaron la actualidad de Medio Oriente "de manera muy positiva y detallada" y con posiciones e interpretaciones "muy cercanas". "Hemos sido, somos y seremos, buenos amigos", concluyó Ahmadinejad, quien se despidió de los periodistas con un ¡Viva Cuba! en español.
Por su parte, Raúl Castro comentó a los periodistas que la de Ahmadinejad ha sido "una buena visita". "Ya él lo dijo todo. Discutimos bastante, analizamos bastante, terminamos muy tarde. Ha descansado poco y ahora va para Ecuador", dijo el general Castro.
El cubano aportó también algunos detalles sobre la reunión con su hermano Fidel al comentar que estuvieron "como dos horas hablando". "Yo le pregunté anoche (a Ahmadinejad) que quién habló más y me dijo que Fidel", refirió Raúl Castro.
"Es una muestra de que está muy bien", añadió en alusión a la salud de Fidel Castro, de 85 años y retirado del poder desde 2006 por una enfermedad. Cuba fue la tercera escala de la gira latinoamericana de Mahmud Ahmadinejad, tras viajar a Venezuela y Nicaragua.
Este periplo estuvo marcado por la intensificación de las acusaciones de gran parte de la comunidad internacional, con los Estados Unidos e Israel a la cabeza, contra el programa nuclear iraní ante el temor de que desarrolle armas atómicas, lo que Teherán niega.
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