En un laboratorio en el sur de California, un grupo
de científicos está curando lo que era incurable con apenas un espejo,
lo que de paso también está cambiando la manera como entendemos el
funcionamiento del cerebro.
A mediados de noviembre, el equipo de la Universidad de California en San Diego (UCSD) anunció los resultados de un pequeño estudio piloto que sugiere que un simple truco mental con un espejo puede curar el dolor de la artrosis, una alteración patológica que afecta a una de cada diez personas.
El interés de Ramachandran por el espejo y los miembros fantasma lo ha llevado a lo más alto de la neurociencia experimental.
El síndrome afecta a al menos 90% de quienes han afrontado una amputación. En dos tercios se manifiesta como un picor insaciable en el miembro ausente, otros sienten incomodidad extrema o incluso dolor crónico.
Cómo funciona el espejo
La mano fantasma (o artrítica) se
ubica detrás del espejo. Cuando el paciente observa el espejo, siente la
reflexión de la mano real superpuesta en la mano fantasma. Entonces
trata de mover ambas manos.
Muchos pacientes reportan que sienten que la mano fantasma imita el movimiento de la mano real.
Cuando la mano real abre sus dedos, parece como si la fantasma se hubiera abierto también, y esto causa una sensación de alivio.
Si esto se hace con frecuencia, algunos pacientes sienten que la mano fantasma desaparece. En efecto, cuando la extremidad fantasma se sustituye por una imagen, se le "amputa".
Muchos pacientes reportan que sienten que la mano fantasma imita el movimiento de la mano real.
Cuando la mano real abre sus dedos, parece como si la fantasma se hubiera abierto también, y esto causa una sensación de alivio.
Si esto se hace con frecuencia, algunos pacientes sienten que la mano fantasma desaparece. En efecto, cuando la extremidad fantasma se sustituye por una imagen, se le "amputa".
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