Las once personas murieron en el accidente que ocurrió en la región de Wairarapa en Nueva Zelanda, unos 80 kilómetros al noreste de la capital Wellington, una zona donde los viajes en globos aerostáticos son una de las mayores atracciones.
La policía dijo que, al parecer, dos de los pasajeros saltaron del aparato antes de que se estrellara.
Testigos dijeron a la televisión nacional que el globo se encontraba a unos 150 metros de altura cuando "al parecer las cosas empezaron a marchar mal". El globo se incendió antes de "caer como un cohete" con una "fuerte golpe".
Los testigos dijeron que el globo podría haber golpeado un poste eléctrico mientras caía, lo cual interrumpió el suministro eléctrico en el área durante varios minutos.
Una tragedia
"Sentimos profundamente este trágico accidente y nuestros corazones están con aquellas personas que sufren por la pérdida de sus seres queridos"
Gerry Brownlee, ministro de transporte.
En el momento del suceso las condiciones metereológicas eran buenas con cielo despejado y poco viento.
Hasta el momento la única víctima identificada ha sido el piloto y dueño del globo, Lance Hopping, considerado como un piloto experto.
El suceso es considerado como el peor accidente aéreo de Nueva Zelanda desde 1979, cuando un avión de pasajeros de Air New Zealand se estrelló contra el monte Erebus en la Antártica y dejó 257 muertos.
La Comisión de Investigación de Accidentes del Transporte de Nueva Zelanda ya inició la investigación de los hechos.
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