Conseguir la residencia permanente es una batalla que el dominicano
Héctor de los Santos se niega a perder. Su inspiración es su esposa, la
puertorriqueña Genela Sánchez, 62, quien se recupera del cáncer de
pulmón. La pareja lucha por no ser separada.
Nueva York - Conseguir la residencia permanente
es una batalla que el dominicano Héctor de los Santos se niega a perder.
Su inspiración es su esposa, la puertorriqueña Genela Sánchez, 62,
quien se recupera del cáncer de pulmón. La pareja lucha por no ser
separada.
Santos recibió una residencia temporal en
1987, luego de casarse con su primera esposa Jacqueline Madera, también
puertorriqueña.
El matrimonio terminó en 1992 y al año
siguiente recibió una orden de deportación, en vista de que la primera
esposa envió una carta a Inmigración asegurando que el matrimonio no era
legal, según indicó, Mercedes Cano, la actual abogada del dominicano.
Tras el incidente, Santos decidió quedarse e intentó regular su estatus.
El hombre comentó que autoridades
migratorias clasificaron su caso como pendiente y sellaron
periódicamente su pasaporte, por lo que asumió que tenía un estatus
legal.
En 1997, Santos solicitó la representación del abogado Víctor M. Espinal, quien para entonces ejercía en Washington Heights.
En 2009, Santos se casó con Genela Sánchez y
solicitó nuevamente la residencia permanente, siendo representado
todavía por Espinal, a quien en el mismo año la Fiscalía de Manhattan le
radicó cargos por estafa y practicar la abogacía sin licencia.
"La Fiscalía me entregó mis documentos y me
dijo que buscara otro abogado. Entregué a Espinal cientos de dólares y
nunca hizo nada por mí. Sólo me estafó", dijo Santos.
En julio de 2010, Espinal fue condenado a seis meses de prisión, cinco años de probatoria y a restituir $20.000 a sus víctimas.
Cano, con 12 años de experiencia en asuntos migratorios, dijo que el fraude de Espinal afectó gravemente el caso.
"De haberse cerrado la deportación de 1993, mi cliente pudo haber conseguido una residencia permanente", apuntó.
Pese a la situación, Santos continuó
intentado regular su estatus migratorio, pero el 27 de julio del año
pasado fue detenido por autoridades migratorias frente a su casa, en El
Bronx. Permaneció en un centro de detención en Nueva Jersey hasta el 12
de enero.
"Migración sabía mi dirección porque siempre
les reporté mi domicilio. Me detuvieron porque Espinal manejó
incorrectamente mi caso. Había citas de las que yo no sabía", subrayó
Santos.
Según Cano, el estatus de Santos actualmente está en el limbo.
"Fue liberado, pero hasta que no se cierre
la deportación del 93, mi cliente no podrá lograr la tarjeta verde, pese
a estar casado con una ciudadana americana". Cano dijo que el proceso
sigue en marcha y la familia está a la espera de una respuesta de
Inmigración.
Luego de ser detenido, Santos perdió su
trabajo en el sector de la construcción. Su primo, Martín Mateo, lo
ayuda económicamente.
Via Diario de NY
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