Via Tele Nord - Por
erróneamente asociar “lo bueno” con corbatín y camisita planchada, la
sociedad suele multar y mirar con inquina a quien luzca diferente. Así,
por culpa del odioso prejuicio, Dako ha amanecido muchas veces preso por
la ¿duda? Policial. La uniformada que en el librito está para proteger a
la ciudadanía, tira en una celda al profesor de teatro
francomacorisano, a ley de presentar su tesis para graduarse en
Comunicación Social.
Esa mañana de enero, a Dako (Leonardo
Herrera) lo hallamos debajo de un zinc en el Centro Cultural La Nave,
donde confecciona cuadros de bandera para iluminar de Patria las calles
de la provincia Duarte. Es el muchacho de trenzas sueltas y tenicitos
“Converse”, convertido en dragón de escena frente al público que le
toque.
Es la voz y duende del atabal del grupo
Concón Quemao. Nació en noviembre hace treinta y piquito de años. Tiene
mirada de hechizo y se ha desarrollado entre el barrio Jobo Bonito y el
Hermanas Mirabal de San Francisco de Macorís. Colaborador de varias
instituciones, Dako es apreciado por sus haceres. Tutela un grupo de
zanqueros gratuito para niños y niñas y lleva más de seis años dando
clases de teatro, compartiendo su experiencia y guiando grupos por el
camino teatral en los barrios Hermanas Mirabal, Vista al Valle, Los
Espinolas y 27 de Febrero.
Es actor y desde Teatro Utopía se
embarcó en la proa de Concón Quemao, una agrupación que fusiona ritmos
nacionales como el palo, gagá, machacó, mangulina y merengue con géneros
foráneos como punk rock y hardcore punk, sin pesadillas ni cargos de
conciencia.
En su misma onda artística, sus horas
las invierte en colaborar en el Centro Cultural La Nave, Centro
Penitenciario, Casa Abierta y algunos liceos y centros religiosos. La
amarga discriminación no vence su ímpetu y siembra. Una vez, la
directora de un centro ñdevota de la Biblia- impidió que diera clases
por su aspecto y muchas otras veces lo ha detenido la Policía.
Dako ama la coherencia y valora a las
personas cuyas acciones no les hacen desplantes a sus ideas. “Admiro a
quienes trabajan por los de abajo, y esos se encuentra en vivos y
muertos, el comunitario, el político por convicción y no por condición,
esos que entregan y nunca reclaman o reclamaron nada”.
AMANTE Y DOLIENTE DE SU PATRIA CHICA
San Francisco de Macorís, la ciudad patriótica que aportó 14 héroes en la gesta de 1959 y que, a decir de Dako, es un lugar “con sus mieles y sus hieles, donde vive un pueblo llano trabajador”, en materia cultural, adolece de “espacios decentes para enseñar y hacer cultura, mayor conciencia de la importancia que tiene en empresarios y políticos, y un mayor respeto de parte de esos últimos para los que la hacen”.
San Francisco de Macorís, la ciudad patriótica que aportó 14 héroes en la gesta de 1959 y que, a decir de Dako, es un lugar “con sus mieles y sus hieles, donde vive un pueblo llano trabajador”, en materia cultural, adolece de “espacios decentes para enseñar y hacer cultura, mayor conciencia de la importancia que tiene en empresarios y políticos, y un mayor respeto de parte de esos últimos para los que la hacen”.
Sin esperar recompensas, el teatrista,
músico y gestor cultural, trabaja por la niñez y jóvenes del barrio sin
esperar un pase a la nómina oficialista que extingue voces
contestatarias.
Es feliz con el gozo de la niñez
trabajando en el barrio, subida en zancos y mirándoles en escenarios
nacionales, produciendo, creando e invirtiendo el tiempo en cosas
positivas, que tanta falta hacen.
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