Se reúnen dirigentes de 53 países, entre ellos, Barack Obama. Intentarán alcanzar un acuerdo para reducir el arsenal de armas. Preocupación por la amenaza de Corea del Norte de lanzar un cohete
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Entre miles de agentes antidisturbios, tanques, barreras y helicópteros, que han convertido la capital surcoreana en una fortaleza blindada, han llegado los líderes que participan en la reunión. En la cumbre estarán presentes también Interpol y otras organizaciones internacionales.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quiere con esta cumbre conseguir que Rusia reduzca sus armas estratégicas como parte de su programa más amplio de desarme nuclear, que alcance esta vez al arsenal táctico o a las cabezas nucleares de reserva. El propósito de Obama no es sencillo tras haber sido elegido Vladimir Putin como nuevo presidente ruso, con el que nunca ha tenido una relación muy cordial.
Washington sí logró una línea de comunicación más o menos estable con la Rusia de Dimtri Medvedev, lo que permitió la firma del tratado START en abril de 2010. Con ese acuerdo, ambas potencias se comprometieron a reducir en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país, y limitaba a 800 el de vectores estratégicos, además de introducir un nuevo sistema de inspecciones de los arsenales nucleares.
Para ir preparando el camino de la reunión que mantendrá con Putin en mayo, Obama se reunirá en Seúl con Medvedev, con el que hace tres años declaró el reinicio de las relaciones bilaterales. Obama también quiere que Irán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio, y advirtió a Teherán que le queda poco tiempo para alcanzar una solución diplomática, ya que "se enfrenta a un mundo diferente", que no tolerará la proliferación nuclear de este país en específico.
"Irán debe actuar con seriedad y sentido de urgencia que este momento requiere", indicó Obama en Seúl, aunque reconoció el derecho de Irán a desarrollar un programa nuclear pacífico. Obama sabe, por otra parte, que en el Congreso estadounidense los republicanos se oponen a cualquier plan que obligue a los Estados Unidos a reducir el arsenal.
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