a tradición culinaria china ha producido manjares que se degustan
en prácticamente todas las ciudades del mundo. Pero, una de las
meriendas que en estos días se degustan en la ciudad de Dongyang, de
seguro tiene pocas probabilidades de alcanzar la preferencia de la
mayoría de la población occidental. Se trata de huevos cocidos en
orines.
Agregando orina para hervirlos
Despues de Hervidos
Ya herividos Listos para comer
Según la creencia en ese país, este plato tiene propiedades
medicinales. Los orines que se usan en la confección del plato deben ser
de niños menores de diez años. Así que, la materia prima se recolecta
en latones que provienen de los baños de las escuelas primarias. No hay
una explicación, sin embargo, que aclare por qué tienen que ser orines
de niños.
Lo que sí está claro es que ni el olor tan peculiar que despide este
plato cuando los vendedores ambulantes lo cocinan en las calles de
Dongyang aleja a los comensales. Preparar estos huevos toma casi un día
completo, primero hay que sumergirlos en orina para luego hervirlos,
romperle los cascarones y dejarlos reposar en el líquido.
Entre los beneficios medicinales que se le adjudican a este
plato está que promueve una mejor circulación y reduce la temperatura
corporal.
Los médicos chinos, sin embargo, ponen en duda que este plato tenga en efecto algún beneficio médico.
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