A
finales de los años noventa apareció un término conocido por todos. Nos
referimos al "síndrome de la clase turista" que supuestamente disparaba
el riesgo de Trombosis Venosa Profunda (TVP) en los pasajeros de los
asientos baratos. Se culpaba al escasísimo espacio que dejan las
aerolíneas entre plaza y plaza. Los síntomas señalados eran hinchazón, dolor y hormigueo en las extremidades. Un gran número de doctores siguen afirmando que este síndrome existe.
¿Son un riesgo las ventanas?
La Asociación Americana de Médicos del Pecho (ACCP) advierte de que son los asientos con ventana los que aumentan el riesgo de sufrir TVP. Además, destaca que las personas en
estado de gestación, las de avanzada edad y las que tomen regularmente
anticonceptivos orales, tienen más riesgo de padecer este síndrome. Lo
más peligroso, según sus investigaciones, no es estar 'encajonado', sino
pasear poco durante el vuelo. En este sentido, son los pasajeros que
ocupan plaza de ventana quienes lo hacen menos para no molestar.
Sobrepeso, ingesta alcohólica
La
obesidad y el tabaquismo son otros lastres importantes. En cambio, el
alcohol y una ligera deshidratación no influyen mucho en la TVP. La guía
que han publicado estos doctores pone el acento en moverse regularmente
por el avión. Se recomienda a los grupos de riesgo que escojan asientos
junto al pasillo y que vistan calcetines por debajo de la rodilla.
También advierten que las aspirinas y otras medicaciones anticoagulantes no frenan el TVP. En caso de sufrir agarrotamiento en vuelos largos, recomiendan acudir al médico para que prescriba terapias individualizadas.
¿Leyenda urbana?
Por
otra parte, hay quien sostiene que el riesgo de coágulos sanguíneos es
igual en clase turista que en los cómodos asientos de primera o
business. Realmente, los peligros mencionados anteriormente, se pueden
llegar a notar en vuelos que superen las diez horas. ¿Crees que existe
realmente este síndrome?
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