Nuevos estudios revelan un vínculo entre el escape de motores diesel y el riesgo de contraer cáncer pulmonar.
Desde hace tiempo se clasifica el escape del diesel como probable carcinógeno. Pero
un estudio del Instituto Nacional del Cáncer rastreó durante 20 años a
más de 12,000 trabajadores en minas de potasa, cal y otros minerales no
metálicos, donde se emplean equipos con combustible diesel.
Los mineros más expuestos a los gases de escape mostraron un riesgo de muerte por cáncer pulmonar tres veces mayor que los menos expuestos, según el estudio publicado el viernes en la revista Journal of the National Cancer Institute.
Pero incluso los trabajadores menos expuestos presentaban un riesgo 50%
mayor, según la autora principal, la epidemióloga Debra Silverman.
"Nuestras conclusiones son importantes no sólo para los mineros
sino también para los 1,4 millones de trabajadores estadounidenses y
3 millones de trabajadores europeos expuestos al escape diesel, y para
las poblaciones urbanas en todo el mundo", escribió Silverman.
Dijo que la exposición a largo plazo en ciudades de alta contaminación
en China, Portugal y México tiene efectos similares a las de los mineros
con baja exposición.
La difusión de las conclusiones se vio demorada por juicios entablados por compañías mineras.
Una cámara industrial que no participó de los juicios dijo que el
estudio abarcaba empresas que usaban equipos anticuados, y que la
contaminación provocada por los motores diesel de hoy es mucho menor.
"Los fabricantes de motores y maquinaria diesel, los refinadores de
combustibles y los fabricantes de tecnología de control de emisiones han
invertido miles de millones de dólares para desarrollar y aplicar
tecnologías que reducen las emisiones de los motores ahora casi a cero
para cumplir las normas de aire limpio cada vez más severas en Estados
Unidos y el mundo", dijo Allen Schaeffer, del organismo sin fines de
lucro Diesel Technology Forum.
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