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Mujer cae de un avion de 3 mil metros de altura y sobrevive

Juliane Koepcke
Juliane Koepcke pasó más de diez días deambulando por la selva de Perú.
Juliane Koepcke volaba en un avión con su madre sobre la selva peruana cuando el aparato sufrió un accidente debido a una tormenta. Koepcke sobrevivió a una caída desde más de 3.000 metros de altitud y, con tan solo 17 años, se encontró sola en medio de la jungla. Más de 40 años después de la odisea, le contó a la BBC lo que vivió.
Era la víspera del día de Navidad de 1971 y todos queríamos llegar a casa. Estábamos de mal humor porque el avión llevaba siete horas de retraso.
De repente nos adentramos en una nube muy oscura. Mi madre estaba algo ansiosa pero yo no. Me gustaba volar.
Diez minutos más tarde era obvio que algo no iba bien.
Hubo una fuerte turbulencia y el avión se movía arriba y abajo. Maletas y paquetes caían de los compartimentos. Saieron volando regalos, flores y pasteles de navidad.
Cuando vi rayos alrededor del avión, me dio miedo. Mi madre y yo nos dimos la mano aunque no podíamos hablar. Otros pasajeros empezaron a llorar y a gritar.
Tras unos diez minutos, vi una fuerte llamarada en el motor exterior, a la izquierda del avión. Mi madre dijo con calma: “Esto es el fin, se acabó”. Esas fueron las últimas palabras que le oí decir.

Gritos

Juliane Koepcke
Después del terrible accidente Juliane Koepcke se mudó a Alemania.
El avión empezó a caer en picado. Todo estaba oscuro y la gente gritaba. En ese momento solo tenía en la cabeza el rugido de los motores.
De repente el ruido paró y me encontré fuera del avión. Estaba en caída libre, atada a mi asiento. Lo único que podía escuchar era el ruido del viento.
Me sentí completamente sola.
Podía ver cómo me acercaba a la selva. Entonces perdí la conciencia y no recuerdo nada del impacto. Después supe que el avión se partió en varias piezas a unos 3 kilómetros de altitud.
Me desperté al día siguiente. Mi primer pensamiento fue: "He sobrevivido a un accidente de avión".
"Le grité a mi madre pero solo escuchaba los ruidos de la selva. Estaba completamente sola."
Le grité a mi madre pero solo escuchaba los ruidos de la selva. Estaba completamente sola.
Me había roto la clavícula y tenía algunos cortes profundos en las piernas, pero las heridas no eran graves. Más tarde me di cuenta de que me había roto un ligamento de la rodilla, pero podía caminar.
Antes del accidente, había pasado un año y medio con mis padres en su estación de investigación en la jungla, a unos 30 kilómetros de distancia. Aprendí mucho sobre la vida en la selva. No es tan peligrosa. No es el infierno verde que la gente se piensa que es.
Podía oír a los aviones pasar buscando los restos de la aeronave, pero la selva era muy densa y no podía verlos.
( Leer mas del Increible suceso )

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