Seúl se prepara para la Cumbre de Seguridad Nuclear en un clima tenso

La cita está marcada por el anuncio de Pyongyang del  lanzamiento de un cohete. Barack Obama visitará la zona desmilitarizada de la frontera entre las dos Coreas 

La visita de Obama a Corea del Sur, la tercera en sus tres años de mandato, es la primera que tiene lugar tras la llegada al poder del nuevo líder norcoreano, Kim Jong Un, después de la muerte de su padre, Kim Jong Il, el pasado mes de diciembre. Y representa una clara señal de respaldo a Seúl después de que el régimen norcoreano anunciara sus intenciones de lanzar un satélite de observación sobre un misil de largo alcance.
 Esa iniciativa ha causado un profundo malestar en Washington, que ha advertido que viola las obligaciones internacionales norcoreanas y pone en peligro un pacto mediante el cual Pyongyang recibiría 240.000 toneladas de ayuda alimentaria a cambio de suspender sus pruebas nucleares y de misiles.
 En un gesto ampliamente interpretado como una advertencia, Obama tiene previsto que el primer acto de su estancia tras su llegada a Seúl sea una visita a la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, para visitar a las tropas estadounidenses allí destacadas.
 Estados Unidos cuenta con cerca de 28.000 soldados desplegados en Corea del Sur. La cuestión norcoreana dominará los encuentros bilaterales que Obama tiene previstos durante la cumbre del 26 y 27 de marzo, una reunión bianual que el presidente estadounidense lanzó en 2010 en Washington para proteger los materiales e instalaciones nucleares.
El mandatario estadounidense tiene previsto reunirse el mismo domingo con el presidente surcoreano, Lee Myung-bak. Y el lunes se verá con el presidente chino, Hu Jintao, a quien pedirá que intente disuadir a Pyongyang de sus intenciones.
 Corea del Norte será el tema principal de la reunión bilateral que Obama mantendrá el lunes con el presidente saliente ruso, Dmitri Medvédev, la última antes de que le releve en el cargo Vladimir Putin. Tanto con Medvédev como con Hu, el mandatario estadounidense tiene previsto abordar también asuntos como el programa nuclear iraní o la situación en Siria.
 Con ambos países, el diálogo en torno a estos temas ha atravesado por fuertes altibajos. Los dos hicieron fracasar una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para imponer sanciones adicionales al régimen de Bashar al Assad, pero respaldaron una declaración de apoyo al plan mediador de Kofi Annan.
 Con Medvédev repasará también los altibajos de una relación que ambos declararon reiniciada hace tres años, tras la llegada de Obama a la Casa Blanca. Y con Hu tratará asuntos como la situación en las zonas fronterizas sudanesas o la marcha de la economía global.
 El presidente estadounidense tiene previsto igualmente reunirse en sesiones bilaterales con el primer ministro turco, Recep Tayipp Erdogan, el domingo, para abordar cuestiones como la situación en Siria y la transición democrática en Oriente Medio.
 El lunes se verá con el presidente kazako, Nursultán Nazarbáyev, y el martes, en un encuentro anunciado a última hora, dialogará con el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, para "revisar los esfuerzos conjuntos en apoyo al proceso de reconciliación en Afganistán", así como los avances en seguridad y prosperidad en la región.
 Este encuentro, que se celebra después de que las relaciones entre los dos países sufrieran un fuerte deterioro a raíz de la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, llega cuando EEUU afronta importantes dificultades en Afganistán tras el asesinato de 16 civiles a manos de un militar estadounidense y la quema de coranes en una base aliada en las afueras de Kabul.