Las
mujeres de Egipto podían entrever una ventana para la igualdad en la
revolución que les trajo la democracia el año pasado. Pero de momento,
la batalla pasa por otro lado: ayer se manifestaron para pedirle al
Parlamento (dominado por islamistas) que no apruebe una ley que tienen redactada y que permitirá a sus maridos tener relaciones sexuales con su cadáver una vez ellas hayan muerto.
La ley lo considera un "coito de despedida" y, según una interpretación
del Corán, otorga a los maridos egipcios hasta seis horas para llevarlo
a cabo.
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