En Los Ángeles, activistas manifiestan contra los créditos fiscales de las grandes corporaciones.
En Estados Unidos los ricos y las grandes corporaciones pagan menos en impuestos que un ciudadano común y corriente.
Ese es el mensaje que el presidente Barack Obama
trató de enviar al Congreso con su propuesta de ley Buffett -rechazada
en el Senado- y llamada así por el multimillonario inversionista que
cuestionó un sistema en el que el salario de su secretaria es gravado a
tasas superiores que toda su fortuna.Este manejo está a disposición de una élite reducida: el 75% de los beneficios impositivos recae sobre el 1% de la población, coinciden los expertos. El ciudadano de medianos a bajos recursos tiene muy pocas oportunidades para hacer que los números sumen a su favor.
Sueldo vs. dividendos
Seamos claros, sin embargo. En Estados Unidos todo el mundo paga impuestos de una u otra manera. Hay unos que, si sus ingresos son menores a US$20.000 anuales, no pagan impuestos al gobierno federal pero son sujetos a una retención en la fuente para programas de asistencia social. También hay impuestos estatales y municipales, impuestos prediales e impuesto a las ventas.Todos pagan alguna combinación de los anteriores pero la mayoría paga los impuestos federales, que es el recaudo que va al gobierno central y que es objeto de los debates más acalorados entre el ejecutivo y los legisladores a lo largo de líneas partidistas.
"La manera más fácil para los ricos de reducir sus responsabilidades fiscales es reclasificando su renta de ingresos percibidos por trabajo o salario a ingresos percibidos por intereses o plusvalía"
Andrew Fieldhouse, Instituto de Política Económica
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