Alto Manhattan - Frutas, ropa
interior, habichuelas con dulce, zapatos, accesorios... Las calles del
barrio hispano de Washington Heights, en el Alto Manhattan, parecen un
tranquilo mercado de pulgas.
Por la apariencia
de este lugar, nadie creería que la ciudad de Nueva York tiene limitado
el número de permisos para vender en la calle. Pero basta sacarles
conversación a algunos vendedores para descubrir cómo opera este sector
de la economía informal y cómo la falta de licencias ha creado una
especie de mafia, donde quienes tienen permisos viven a expensas de los
que no tienen, cobrándoles sumas que van desde $70 a $150 por día.
Aquí los vendedores que no tienen
licencia les pagan a personas que sí las tienen, en su mayoría
veteranos, para que les cubran la espalda con la policía.
Uno de los casos es el de Carlos Belalcazar, veterano del Ejército de
los Estados Unidos, quien cobra $70 al día al vendedor ambulante Pedro
Acevedo, de 50 años, comerciante de fantasías en la avenida St.
Nicholas.
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