Cruz, de 42 años,
que estaba detenida en un penal bonaerense, pidió anoche permiso ir al
baño y allí "se ahorcó con una media", pero los guardias advirtieron el
hecho y fue llevada con vida al sanatorio, donde falleció, dijo el juez
Juan Pablo Masi, a cargo de la causa por el asesinato del hijo de la
mujer.
"Se hizo un daño
que luego resultó irreversible", apuntó el juez al canal de noticias C5N
al informar de que Cruz murió en la madrugada en la sala de cuidados
intensivos del hospital público Alejandro Korn, cercano al penal Melchor
Romero, donde estaba detenida.
La brasileña llegó
al sanatorio después de sufrir un paro cardíaco y respiratorio "como
consecuencia de asfixia, con lesiones en el cuello- se la reanimó, pero
salió en condiciones muy graves, siempre estuvo en coma profundo",
apuntó el director del sanatorio, Egidio Melia, a los periodistas.
A mediados de marzo
pasado, una empleada doméstica denunció el hallazgo de Cruz desmayada y
a Martín, uno de los hijos de la brasileña, de seis años, ahogado en la
bañera y con una corbata que lo estrangulaba en el baño de la casa de
un exclusivo club de campo de la periferia de Buenos Aires.
La brasileña se
negó a declarar ante la justicia, pero cuando era trasladada en
automóvil desde la Fiscalía a la cárcel como única sospechosa del crimen
confesó por la ventanilla a un periodista de un canal de televisión que
había sido la autora del crimen de su pequeño hijo, caso que conmovió a
la opinión pública.
"Lo maté para cagar al padre", dijo Cruz y ante la pregunta de si se había tratado de una venganza, respondió que "sí".
El fiscal Leandro
Heredia aseguró que fue "dantesco" el cuadro que encontró en la casa de
Cruz y admitió que rompió en llanto cuando vio al niño de seis años
muerto porque, sostuvo, era "idéntico" a su hijo.
Precisó que la
mujer atravesaba "una separación conflictiva" con su exmarido, directivo
de una empresa de recolección de residuos con quien también había
tenido dos hijas actualmente adolescentes.
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