NUEVA YORK._ La madre dominicana Stephanie
Taveras de 21 años de edad y con tres hijos, cayó asesinada en medio de
una lluvia de balas disparadas desde un vehículo que transitaba por la
autopista Gran Central Parkway de Queens, dijo la policía. Recibió un
tiro en la cabeza. Taveras, viajaba por la vía junto a Rafael Herrera de
29 años de edad, quien aparentemente era el objetivo del tirador que
hizo 10 disparos contra el vehículo BMW que Herrera había tomado
prestado. Las autoridades investigan la balacera y la muerte de la
dominicana para dar con la captura del asesino, mientras el padre, una
prima y otros parientes de la víctima, están clamando que la policía
agilice las pesquisas.
Taveras y Herrera se conocieron ese mismo día en
una esquina del vecindario de Glendale (Queens) y en la noche acudieron a
una fiesta de la cual salieron juntos y poco tiempo después el carro
BMW fue atacado a tiros por el desconocido.
Testigos dijeron que el autor de los balazos,
conducía una camioneta de color oscuro, pero no pudieron dar más
especificaciones. El tiroteo se produjo a las 3:40 de la madrugada del
domingo, pero no fue sino hasta ayer miércoles que las autoridades
revelaron los detalles y las identidades de los involucrados.
Jesús Tineo, padrastro de la víctima exigió
justicia contra el asesino. Los investigadores interrogan a Edda Sanz,
quien sostuvo una relación de varios años con Herrera. Sanz es la
propietaria del BMW y dijo que lo está vendiendo, se lo prestó a un
amigo de Herrera y éste a su vez se lo cedió al segundo.
“No quiero que esto le pase a otras personas y
quiero justicia para mi hija”, agregó el progenitor. La policía sostuvo
que los investigadores no descartan ningún motivo.
Herrera, tiene récord de cinco arrestos previos
por narcotráfico, llevó a la dominicana agonizando al hospital Elmhurst,
donde los médicos no pudieron salvarle la vida y fue declarada muerta
en el necrocomio.
Evelyn Taveras de 32 años de edad y prima de
Taveras, dijo que todo el mundo quiere saber qué pasó en la autopista en
el momento en que su parienta fue asesinada. “Esto, no tiene sentido”,
añadió.
Sanz expresó que la muerte de Taveras le duele
profundamente. “No pude dormir durante la noche, pensando en que alguien
murió en el interior de mi carro”.
La dominicana asesinada quien llegó niña a Estados
Unidos, creció en el vecindario Astorias de Queens y se había mudado
hacía unos meses a New Jersey “para cambiar de ritmo”, según sus
familiares.
Tenía un niño de 18 meses y una niña de 4 años.
Su prima pidió a la comunidad informar cualquier
dato que pudiera ubicar al tirador que mató a Stephanie para que se haga
justicia.
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