Los adolescentes tienden a
retraerse dentro de sus habitaciones cada vez que intentas preguntarles
cómo están, y se ocultan con sus amigos tanto que cada vez pasan menos
tiempo con su familia. Pero un nuevo estudio revela que quizá no sea
así.
En cerca de 200 familias estudiadas, en general, los hijos pasaban
más tiempo con sus padres en los primeros años de su adolescencia.
Cuando llegaron a los 15 años, el tiempo compartido comenzó a disminuir.
El tiempo que los adolescentes pasan específicamente con su padre podría traer importantes beneficios, según el estudio realizado por la Universidad Estatal de Pennsylvania.
Mientras más tiempo pasaban solos con sus papás, más alta se tornaba su
autoestima, y mientras más tiempo compartían con sus padres dentro de
un grupo, desarrollaron mejores habilidades sociales.
“El estereotipo de que los adolescentes pasan todo su tiempo metidos
en su habitación o con sus amigos es, en realidad, tan solo un
estereotipo”, dijo Susan McHale,
directora del Instituto de Investigación de Ciencias Sociales en Penn
State. “Nuestra investigación demuestra que, ya entrados en los años de
la adolescencia, los jóvenes continúan pasando tiempo con sus padres y
este tiempo compartido tiene implicaciones importantes en los ajustes
psicológicos y sociales de los adolescentes”.
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