Aunque es muy temprano para hacer comparaciones de fondo, ya ha
transcurrido tiempo suficiente para ver diferencias de forma entre los
estilos de gobernar de Danilo Medina y Leonel Fernández.
La
opinión más socorrida, al equiparar a ambos dirigentes políticos y su
accionar como presidentes, es que el actual mandatario tiene un perfil
más próximo al típico político-administrador-gerente, mientras que el
anterior gobernante sobresale como un líder político dueño del encanto
natural que comúnmente se conoce como carisma.
De hecho, el
politólogo Belarminio Ramírez tiene la tesis de que se trata de dos
tipos de dirigentes políticos: Fernández, el líder, y Medina, el
gerente.
Lo cierto es que Leonel y Danilo, que antes conformaban
una mutual inseparable, difieren notablemente en la forma en que se
manejan desde la Presidencia.
Cada uno tiene una forma distinta de comunicarse e interactuar con los demás.
Ambos
son discretos y formales, pero difieren en gestos y cada uno tiene su
propia parsimonia. El manejo del Poder y de sus tradicionales símbolos
también los diferencia, lo que ha quedado demostrado en poco tiempo.
Las
diferencias están ahí, cada vez más evidentes, aunque en cada renglón
habrá más elementos para evaluar a Fernández que duró 12 años
gobernando, que a Medina, cuya gestión apenas comienza.
Los discursos
El
discurso de Medina en su toma de posesión fue un buen punto de partida
para comenzar a hacer el inevitable ejercicio comparativo del Presidente
saliente y el entrante, al menos en términos de los estilos
discursivos. De hecho, tanto en esa intervención como en otras
posteriores, se han advertido diferencias en la forma de exponer de
ambos, pero también en el contenido esencial de sus propuestas y
planteamientos.
Es evidente que Fernández es mejor expositor y
tiene mayor dominio del escenario. A la hora de discursear, siempre
brilla, sea improvisando o leyendo. Medina es menos ducho en el arte de
hablar en público, e incluso se ha notado que lo hace mejor cuando no
está leyendo, ya que no parece llevarse muy bien con el telepromter.
Fernández
se ve relajado, y se nota que se siente a gusto hablando en foros
nacionales e internacionales. Medina luce tímido, tartamudea un poco, y
con su lenguaje corporal a veces refleja nerviosismo, como cuando se
frota las manos cuando habla parado o mueve las piernas mientras se
encuentra sentado.
En lo que se refiere a contenido, muchos
entienden que el exmandatario tiene un discurso más “aéreo”, muy basado
en cifras y resultados de estudios, con conceptos complejos y teorías
interesantes, aunque no digeribles por las mayorías, mientras que el
actual gobernante presenta una propuesta más aterrizada y humana, dando
prioridad a “la gente”.
Otras diferencias
Medina ha
demostrado puntualidad, una virtud que no exhibía su antecesor. Se mueve
con menos aparataje que Fernández e incluso en su primer viaje al
exterior anduvo con una comitiva reducida y tampoco fue recibido en el
aeropuerto por mucha gente. Le da poca importancia a algunos símbolos
del Poder, y prueba de ello es que aún no se coloca su foto en las
oficinas públicas. l
Teoría de Belarminio sobre Leonel y Danilo
Al analizar las diferencias de forma entre ambos dirigentes
políticos, el polítólogo Belarminio Ramírez destaca que el Presidente
Medina es un hombre fundamentalmente de inteligencia racional, que
durante la campaña superó en parte su debilidad en inteligencia
racional.
Considera que Fernández, en cambio, tiene una mezcla de inteligencia emocional, racional y espiritual.
“Con él se da la teoría de Howard de las inteligencias múltiples en un mismo liderazgo”, explica Belarminio. Via El Caribe
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