El presidente Barack Obama rápidamente resaltó la inexperiencia en política exterior de Mitt Romney en el debate presidencial de este lunes, mientras el candidato republicano defendía sus posiciones promocionando una estrategia que describió como reflexiva y global para luchar contra el extremismo.
El tercer y último encuentro, celebrado en Boca Ratón, Florida, entre ambos aspirantes a la Casa Blanca se dio en medio de una cerrada carrera a solo 15 días de la jornada electoral.
Durante el cara a cara, Romney aplaudió los esfuerzos de Obama para matar a Osama bin Laden y otros líderes de Al Qaeda, pero insistió en que "no podemos salir de este problema matando más personas" y abogó por "una estrategia global" para frenar el extremismo violento en el Medio Oriente.
"La clave es la vía es conseguir que el propio mundo musulmán rechace el extremismo", dijo Romney, proponiendo políticas de Estados Unidos para promover el desarrollo económico, la mejora de la educación, equidad de género y ayudar a crear instituciones.
Obama respondió con dureza y criticó a su oponente en una serie de cuestiones de política exterior – alegando que Romney ha apoyado posiciones que han perjudicado a los Estados Unidos u ofrecido a veces puntos de vista contradictorios.
"Lo que tenemos que hacer con respecto a Medio Oriente es un lograr un liderazgo fuerte y estable para contrarrestar al liderazgo errado y desordenado que existe en la región", dijo el presidente.
Los candidatos también se enfrentaron acerca de la manera en cómo Washington debe responder a la guerra civil en Siria.
Al referirse a la necesidad de proveer armas a los combatientes opositores al presidente Bashar al-Assad, Romney aseguró que Obama no ha disminuido suficientemente la violencia que ha dejado a decenas de miles de personas muertas y ha desestabilizado la región.
“Debemos cumplir el rol de líderes”, añadió Romney.
En cuanto a América Latina, Romney, aseguró que su rival demócrata mostró debilidad internacionalmente por acercarse a Hugo Chávez, Fidel Castro y Mahmud Ahmadineyad.
"Desde el principio, el presidente, en su campaña hace 4 años dijo que se reuniría con todas las peores figuras del mundo en su primer año. Se sentaría con (el mandatario venezolano, Hugo) Chávez y (el norcoreano) Kim Jong-Il, con (el exgobernante cubano Fidel) Castro y con el presidente (iraní, Mahmud) Ahmadineyad", apuntó Romney.
El republicano consideró que esas propuestas eran un "honor inusual" del presidente de EE.UU. y que esa postura era una forma de expresar debilidad donde debería haber "fortaleza de EE.UU.".
"Entonces el presidente empezó lo que yo llamo la gira de la disculpa yendo a varias naciones en Oriente Medio y a criticar a EE.UU. Creo que ellos vieron eso como una debilidad", manifestó
Romney.
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