Washington - Los investigadores del
atentado en la maratón de Boston revelaron este jueves más detalles de
los supuestos planes de los hermanos Tsarnaev para realizar un segundo
ataque en Nueva York.
Después
de cometer el atentado que dejó tres muertos y más de 280 heridos el
pasado 15 de abril en Boston, los sospechosos decidieron "de forma
espontánea" viajar a Nueva York para atentar en Times Square en la noche del pasado jueves, informó en una conferencia de prensa el Comisionado de Policía de Nueva York, Raymond Kelly.
"La
ciudad de Nueva York era el siguiente objetivo de su lista. Tenían
pensado conducir a Nueva York y detonar explosivos en Times Square",
dijo el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en esa rueda de prensa.
Los
nuevos detalles provienen de uno de los interrogatorios que las
autoridades hicieron a lo largo del pasado fin de semana a Dzhokhar
Tsarnaev, el menor y único superviviente de los hermanos, en el hospital
donde se encuentra internado desde su captura el pasado viernes.
Dzhokhar y su hermano mayor, Tamerlan, llevaban "seis bombas
en el automóvil" que robaron después de los atentados, de las que una
era similar a las que usaron en Boston y las otras cinco eran explosivos
caseros de menor envergadura, según explicó Kelly.
Ambos
hablaron de atacar la emblemática plaza neoyorquina mientras conducían
el vehículo de marca Mercedes que habían robado a un ciudadano chino
durante su huida el pasado jueves, aseguró.
No
obstante, "su plan se desmoronó cuando se dieron cuenta de que el
vehículo que habían robado tenía poca gasolina y ordenaron a su
conductor que se detuviera en una gasolinera cercana", indicó Kelly.
El FBI conoce la información desde "la noche del domingo y la madrugada del lunes", cuando llevaron a cabo uno de los interrogatorios a Dzhokhar en el hospital, según el comisario.
En
un cuestionario previo, que tuvo lugar "entre la noche del sábado y la
mañana del domingo", el joven sospechoso había indicado que él y su
hermano querían ir a Nueva York simplemente "de fiesta".
Ambos
interrogatorios se produjeron antes de que las autoridades leyeran a
Dzhokhar sus derechos básicos, conocidos como 'Miranda rights', el
pasado lunes.
Según
informó este jueves el diario The Wall Street Journal, la decisión de
leer esos derechos la tomó una juez federal, Marianne Bowler, pese a que
el FBI y la CIA querían seguir cuestionándole sin un abogado durante más tiempo.
A partir de entonces, Dzhokhar dejó de hablar con los investigadores, según funcionarios estadounidenses.
"(Al
FBI) no le gustó" que Bowler decidiera leerle sus derechos, dijo al
diario el presidente del comité de inteligencia en la Cámara Baja de
EE.UU., Mike Rogers.
"Creían
que necesitaban más tiempo. Ésta no es una buena manera de evitar que
haya otra explosión", indicó Rogers, que asistió el miércoles a una
audiencia privada con el FBI sobre el asunto.
Mientras, las autoridades siguen investigando por qué los planes de los hermanos Tsarnaev
escaparon al FBI y la CIA pese a que el mayor de los dos, fallecido
durante la persecución del viernes, figuraba en los archivos de ambas
agencias.
El congresista demócrata Adam Schiff, que pertenece a un subcomité de inteligencia de la Cámara baja, afirmó este jueves que no cree que las agencias cometieran errores en su gestión de la información.
"La
información se puso en una base de datos, se compartió entre distintas
agencias, se compartió con un equipo conjunto encargado de la lucha
contra el terrorismo, y eso es lo que tenía que suceder", dijo Schiff a
la CNN.
En
cambio, el senador republicano Lindsey Graham consideró que "claramente
el sistema falló" cuando las dos principales agencias de seguridad e
inteligencia del país habían fichado al sospechoso y, aún así, las
autoridades "no consiguieron sumar dos más dos" para seguirle la pista.
Graham
se refería a la petición de la CIA de incluir en una lista de
vigilancia a Tamerlan, que tuvo lugar hace más de un año, y a la
investigación que el FBI abrió en 2011 sobre el mismo individuo de
origen chechén, y que fue más tarde cerrada.
La pesquisa del FBI se inició a petición de Rusia, que pidió vigilar al joven por sospechar que se trataba de "un seguidor radical del islam".
Según
el FBI, en esa investigación no encontró nada sospechoso ni indicios de
actividad terrorista y, además, Rusia no respondió a una petición de
información adicional sobre el joven.
El
FBI afirma también que no sabía que Tamerlan pasara varios meses
durante 2012 en Daguestán, supuestamente por un error de ortografía en
una base de datos que coteja los vuelos que salen de EE.UU. con una
lista de posibles terroristas.
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