Actualmemte, unas 406 mujeres ejercen funciones en
las dos líneas del Metro, demostrando que no se intimidan ante los
retos de sus cargos.
La elegancia que exhiben la combinan con sus
capacidades y conocimientos, los cuales emplean a diario en las tareas
que desempeñan en las dos líneas del Metro de Santo Domingo. Están
formadas para dirigir y lo demuestran con talento, entrega,
responsabilidad y compromiso.
Trabajos tradicionalmente destinados para hombres, también son emprendidos por estas féminas revestidas de preparación y valentía.
Unas 406 mujeres ocupan puestos administrativos, gerenciales, técnicos y de servicio al usuario, en las modernas instalaciones del sistema de transporte ferroviario, que acoge a 180,000 visitantes cada día. Las siguientes cuatro damas son un ejemplo de esto.
Supervisión
Madelin Taveras, quien desde hace un año se desempeña como operadora de estaciones, tiene a su cargo la tarea de supervisar todo el funcionamiento diario de ese medio de transporte, dentro de la estación que le sea asignada. Debe estar pendiente de los equipos electromecánicos, como escaleras eléctricas, ascensores, torniquetes, y la higiene.
“Nos encargamos de que la boletería, donde los usuarios van a adquirir su título de transporte, opere con agilidad y sin inconvenientes, y mantener las estaciones impecables. Velamos por la seguridad de los usuarios”, dijo.
La parte eléctrica, según ella, es la que podría causarle un poco de incomodidad a la hora de ejecutarla, pero está consciente de cada paso a seguir.
Madre de tres niñas y encargada de su hogar, Madelin, quien opera actualmente en la línea 2 del Metro, dice sentirse contenta y satisfecha con la labor que realiza, aunque algunos puedan pensar que es solo para hombres, por el dinamismo que requiere. “Como mujer me siento identificada con mi puesto; al ser un área de gerencia y un poco administrativa es fácil, dinámica, aunque pueda verse como complicada”.
Concentración
Ser responsable de línea no es un trabajo simple. Más bien, representa sensatez y concentración. Sin embargo, es el diario vivir de Beridania Tejeda, quien ya lleva cuatro años en la institución, donde se inició como conductora de trenes.
Su función se circunscribe en respaldar la prestación del servicio durante el turno que le corresponda, organizando la salida de los trenes, asignando los conductores y velando porque estos tengan una trayectoria normal en cada una de sus vueltas.
“Tengo que garantizar un cuadre de servicio con una proyección de 48 horas con todos los servicios asignados, tanto de estaciones y trenes, como de personal, más un porcentaje de reserva para cubrir alguna baja o situación que se presente en ese momento”, explica.
“Cuando empecé en la entrevista, mediante un concurso, recuerdo como ahora que la encargada de recursos humanos me preguntó si yo tenía la disposición y el conocimiento de todo lo que implicaba el cargo”, relató.
Hoy, la agente superior inmediata de operadores confiesa que su incentivo mayor fue ser la única mujer responsable de línea, en ese momento, en medio de nueve hombres que ocupaban ese puesto. Ahora comparte posición con tres mujeres más. “Si yo cumplía con mis funciones y no presentaba ningún percance, las demás lo iban a continuar haciendo, y hoy día somos cuatro”.
Lo que más le agrada es que, como jefa inmediata, puede colaborar con sus subordinados, además de manternerse en contacto con los beneficiados.
Compromiso
Conducir el tren que transporta a cientos de usuarios y velar por la seguridad y confort de estos, es una actividad que encara con agilidad y entrega desde hace un año Altagracia Tavárez. La faena no le resulta difícil, pero admite que aprender a manejar todo el sistema y las herramientas técnicas que encierra el aparato es la parte más abrumadora.
“Me siento sumamente comprometida, puesto que es una categoría de mucho peso y responsabilidad; somos la cara de la empresa en un momento determinado, los que nos encargamos de movilizar personas que van tarde, que buscan un transporte eficiente y rápido y que quieren llegar a tiempo”, reflexionó la joven.
Las personas que abordan el medio de transporte, sus ánimos y actitudes, hacen que Altagracia cultive más la virtud de la paciencia para tratarlos. “Debo estar pendiente y entrar a una velocidad prudente al andén. Uno tiene que ser muy cauto”. Afirma que la primera vez que condujo un tren sola no tuvo miedo, sino que iba muy pendiente de las indicaciones.
Otras mujeres también laboran en la seguridad del Metro, personal de higiene y mantenimiento.
Tener presente una dama dentro de las labores diarias, según el funcionario, le da otro matiz al entorno, ya que su sola presencia amerita respeto, delicadesa y hace que el hombre trabaje más relajado.
“Tradicionalmente la mujer y el hombre se complementan; detrás de un hombre tiene que haber una mujer necesariamente.”, puntualizó.
Ama su trabajo y su interés por mantener a los usuarios exhibiendo una sonrisa. “Yo les veo la cara y les pregunto: todo bien?; aunque estén pasando por cualquier situación se sonríen. Trato de buscar la manera de alegrarles el día”, sostiene.
Trabajos tradicionalmente destinados para hombres, también son emprendidos por estas féminas revestidas de preparación y valentía.
Unas 406 mujeres ocupan puestos administrativos, gerenciales, técnicos y de servicio al usuario, en las modernas instalaciones del sistema de transporte ferroviario, que acoge a 180,000 visitantes cada día. Las siguientes cuatro damas son un ejemplo de esto.
Supervisión
Madelin Taveras, quien desde hace un año se desempeña como operadora de estaciones, tiene a su cargo la tarea de supervisar todo el funcionamiento diario de ese medio de transporte, dentro de la estación que le sea asignada. Debe estar pendiente de los equipos electromecánicos, como escaleras eléctricas, ascensores, torniquetes, y la higiene.
“Nos encargamos de que la boletería, donde los usuarios van a adquirir su título de transporte, opere con agilidad y sin inconvenientes, y mantener las estaciones impecables. Velamos por la seguridad de los usuarios”, dijo.
La parte eléctrica, según ella, es la que podría causarle un poco de incomodidad a la hora de ejecutarla, pero está consciente de cada paso a seguir.
Madre de tres niñas y encargada de su hogar, Madelin, quien opera actualmente en la línea 2 del Metro, dice sentirse contenta y satisfecha con la labor que realiza, aunque algunos puedan pensar que es solo para hombres, por el dinamismo que requiere. “Como mujer me siento identificada con mi puesto; al ser un área de gerencia y un poco administrativa es fácil, dinámica, aunque pueda verse como complicada”.
Concentración
Ser responsable de línea no es un trabajo simple. Más bien, representa sensatez y concentración. Sin embargo, es el diario vivir de Beridania Tejeda, quien ya lleva cuatro años en la institución, donde se inició como conductora de trenes.
Su función se circunscribe en respaldar la prestación del servicio durante el turno que le corresponda, organizando la salida de los trenes, asignando los conductores y velando porque estos tengan una trayectoria normal en cada una de sus vueltas.
“Tengo que garantizar un cuadre de servicio con una proyección de 48 horas con todos los servicios asignados, tanto de estaciones y trenes, como de personal, más un porcentaje de reserva para cubrir alguna baja o situación que se presente en ese momento”, explica.
“Cuando empecé en la entrevista, mediante un concurso, recuerdo como ahora que la encargada de recursos humanos me preguntó si yo tenía la disposición y el conocimiento de todo lo que implicaba el cargo”, relató.
Hoy, la agente superior inmediata de operadores confiesa que su incentivo mayor fue ser la única mujer responsable de línea, en ese momento, en medio de nueve hombres que ocupaban ese puesto. Ahora comparte posición con tres mujeres más. “Si yo cumplía con mis funciones y no presentaba ningún percance, las demás lo iban a continuar haciendo, y hoy día somos cuatro”.
Lo que más le agrada es que, como jefa inmediata, puede colaborar con sus subordinados, además de manternerse en contacto con los beneficiados.
Compromiso
Conducir el tren que transporta a cientos de usuarios y velar por la seguridad y confort de estos, es una actividad que encara con agilidad y entrega desde hace un año Altagracia Tavárez. La faena no le resulta difícil, pero admite que aprender a manejar todo el sistema y las herramientas técnicas que encierra el aparato es la parte más abrumadora.
“Me siento sumamente comprometida, puesto que es una categoría de mucho peso y responsabilidad; somos la cara de la empresa en un momento determinado, los que nos encargamos de movilizar personas que van tarde, que buscan un transporte eficiente y rápido y que quieren llegar a tiempo”, reflexionó la joven.
Las personas que abordan el medio de transporte, sus ánimos y actitudes, hacen que Altagracia cultive más la virtud de la paciencia para tratarlos. “Debo estar pendiente y entrar a una velocidad prudente al andén. Uno tiene que ser muy cauto”. Afirma que la primera vez que condujo un tren sola no tuvo miedo, sino que iba muy pendiente de las indicaciones.
Otras mujeres también laboran en la seguridad del Metro, personal de higiene y mantenimiento.
MUJERES CAPACES.
Apreciación
Para el subdirector de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), Leonel Carrasco, las mujeres ocupan cargos de importancia que dignamente representan con su preparación.
“El Metro de Santo
Domingo tiene un personal que no le puede envidiar nada a ningún otro
metro del mundo. Las mujeres están igual o por encima de los hombres en
los desempeños. Tienen seguridad y conocimiento y lo transmiten en sus
puestos de trabajo. A mí me hacen sentir orgulloso. Esas cuatro hermosas
mujeres dominicanas no le tienen que envidiar nada a ningún técnico”,
dice Carrasco, con una sonrisa.Apreciación
Para el subdirector de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), Leonel Carrasco, las mujeres ocupan cargos de importancia que dignamente representan con su preparación.
Tener presente una dama dentro de las labores diarias, según el funcionario, le da otro matiz al entorno, ya que su sola presencia amerita respeto, delicadesa y hace que el hombre trabaje más relajado.
“Tradicionalmente la mujer y el hombre se complementan; detrás de un hombre tiene que haber una mujer necesariamente.”, puntualizó.
TRATO AL USUARIO
Amabilidad
Blanca Encarnación estudia comunicación social, le apasiona el trato directo con las personas, y es lo que ejecuta desde las boleterías y los torniquetes que dan acceso a los andenes en las estaciones. “Mi función es orientar al usuario para adquirir su tarjeta de Metro o boletos, el procedimiento para pasar por los torniquetes y la preferencia que tienen cada uno de ellos, ya sea una embarazada, un enfermo o minusválido”, refiere.
“Una de las experiencias que más me encanta es trabajar
en la Estación Casandra Damirón que tiene que ver con mucho flujo de
usuarios, en especial estudiantes”, manifiesta.Amabilidad
Blanca Encarnación estudia comunicación social, le apasiona el trato directo con las personas, y es lo que ejecuta desde las boleterías y los torniquetes que dan acceso a los andenes en las estaciones. “Mi función es orientar al usuario para adquirir su tarjeta de Metro o boletos, el procedimiento para pasar por los torniquetes y la preferencia que tienen cada uno de ellos, ya sea una embarazada, un enfermo o minusválido”, refiere.
Ama su trabajo y su interés por mantener a los usuarios exhibiendo una sonrisa. “Yo les veo la cara y les pregunto: todo bien?; aunque estén pasando por cualquier situación se sonríen. Trato de buscar la manera de alegrarles el día”, sostiene.
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