Si
piensas en el Polo Norte como una superficie sólida de hielo vas a
llevarte una sorpresa. Este mes se ha derretido y es ahora un enorme
lago de agua muy, muy fría. Suena terrible, pero en realidad no es tan
serio como en principio parece.
Durante
el mes de abril el Ártico sufrió una de las mayores nevadas registradas
en años pero en el mes de mayo la temperatura ascendió y casi la mitad
de esa nieve acabó derritiéndose. En julio esa tendencia se mantuvo, con
temperaturas entre uno y tres grados por encima de la media registrada
en años anteriores para esa zona, y el resultado ha sido la desaparición
de mucha más nieve y hielo. Estas imágenes, grabadas por el
Observatorio Medioambiental del Polo Norte, muestran la evolución del
Polo entre el 30 de junio y el día de ayer.
Es
importante señalar que no es la primera vez que la nieve y el hielo del
Polo Norte se derriten y en otras ocasiones el efecto ha sido más
pronunciado. Tampoco es un proceso que afecte a toda la capa de hielo
del Ártico. Las capas de hielo de la tierra están derritiéndose de forma
pronunciada pero en este caso es un fenómeno global del que podría no
estar relacionado con el calentamiento global.
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