Se
predice que uno de los grandes saltos tecnológicos de esta década se
llevará a cabo en el área de salud: enfermedades que se previenen antes
de que surjan; sistemas que alertan a nuestro médico si vamos a tener
una dolencia grave, como un paro cardíaco; registros digitales que
contienen todo nuestro historial médico... Hace unos días, al visitar al
dentista, me di cuenta de que parte de ese futuro ya esta presente
entre nosotros.
No lo había notado en visitas anteriores, pero mi dentista, el Dr. Jeffrey Dorfman, fundador del Centro de Odontología Especial en Nueva York,
está utilizando varias herramientas tecnológicas que le ayudan a crear
un historial de mi salud dental. En cada visita que he hecho durante los
últimos siete años, el Dr. Dorfman ha almacenado todas mis
radiografías, fotos (con una cámara de alta resolución que puede enfocar
desde 0 mm hasta el infinito), y notas de procedimientos que me ha
realizado, en un solo expediente digital - el cual se encuentra en una
base de datos dentro un servidor que él mantiene dentro de su oficina.
También ha creado su propio software - lo cual en mi mente lo hace un genio.
Aunque no
es una innovación monumental, gracias a esta base de datos he podido
entender cómo mi salud y mi cuerpo ha evolucionando en el tiempo. A
medida que otros médicos que visito empiecen a utilizar sus propios
expedientes digitales, podré tener un mapa completo de mi cuerpo. El
desafío ahora será integrarlos y utilizar inteligencia artificial,
mediante patrones de enfermedades existentes, para predecir cambios
negativos en mi salud.
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