Se llama CleanSpace One, y es un poco una versión espacial de Wall-E, pero con tendencias kamikazes. Este satélite forma parte de un proyecto desarrollado en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, para limpiar nuestro planeta de toda la basura espacial que flota a su alrededor.
Se calcula
que hay más de 16.000 objetos abandonados de más de 10 centímetros de
diámetro orbitando sobre nuestro planeta. Lo peor del asunto es que esta
basura tiende a concentrarse en las mismas órbitas, y llegará un
momento en el que se convertirá en un problema serio para los satélites
operativos, y para futuros lanzamientos espaciales.
CleanSpace
One es un satélite de bajo coste que utiliza un método muy particular
para deshacerse de los objetos más grandes. Básicamente, los atrapa con
un brazo mecánico y, después, los arrastra en un descenso suicida hacia
la atmósfera, donde la entrada desintegra basura y basurero.
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