La implantación de los vehículos eléctricos depende de que se consigan popularizar sistemas de carga públicos accesibles. Una compañía llamada Hevo Power ha tenido una excelente idea al respecto: convertir las tapas de alcantarilla en puntos de carga inalámbrica por inducción.
El sistema se llama Hevo Power Station, y su principal ventaja es que no necesita de fastidiosas obras en el pavimento para instalar el cargador. Tan sólo hay que sustituir la tapa existente por la tapa con el sistema de carga y conectar este a la red eléctrica. La nueva tapa es más gruesa y tiene una conexión, pero permite acceder igual a los operarios que lo necesiten.
Para hacer compatible el vehículo eléctrico, tan sólo hay que instalar un receptor de inducción en su parte inferior. La carga se controla mediante una aplicación móvil que gestiona y autoriza el pago de la electricidad consumida. La aplicación también asiste al conductor para situar el vehículo en el punto exacto de carga y servirá, en el futuro, para localizar las estaciones más cercanas. Hevo ha dotado a sus cargadores de un sistema de capacitadores que emplean la misma frecuencia y hacen la carga más eficiente y rápida.
El sistema será instalado a comienzos de 2014 en varias alcantarillas de Washington Square Park, en Manhattan. Las estaciones permitirán cargar dos coches eléctricos Smart ForTwo que serán usados por la Universidad de Nueva York. Si funciona, el sistema podría extenderse a otros vehículos públicos que diariamente mucho la ciudad, como camionetas de reparto. Hevo está también negociando con Pepsi, Walgreens y City Harvest. Las tres compañías podrían adoptar este sistema para su flota de vehículos en Nueva York.
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