El presidente de los EEUU volvió a pedir que la oposición
levante el bloqueo presupuestario. Además, advirtió sobre los riesgos de no aprobar
el aumento del límite de la deuda. "Una suspensión de pagos sería catastrófica", alertó
AFP
"Esta mañana conversé con John Boehner
y le dije que estaba feliz de hablar con él. Pero también le dije que
para tener esa conversación no debe recurrir a la amenaza de mantener el
Gobierno cerrado. Así no funcionan las negociaciones", declaró el
presidente Barack Obama en el comienzo de su discurso este martes en la
Casa Blanca.
"He escuchado a republicanos sugerir que esa actitud es
razonable, pero imaginen si los demócratas hicieran amenazas de ese tipo", señaló el mandatario
estadounidense. Y agregó: "El punto es que no sólo en la Casa Blanca, sino
también en el Congreso los demócratas han mostrado una amplia disposición a oír
sus propuestas, pero no podemos hacerlo si parten de la base de provocar un caos
económico".
"Es importante que el Congreso apruebe nuestro proyecto y
aumentemos el techo de nuestra deuda. Como tan temerario es el cierre de Gobierno, el default
sería peor. Creen que el default no sería gran cosa", expresó.
"Creen que nuestra idea es aumentar la
deuda, pero no se agregará un solo centavo. Estaremos pagando lo que ya han
autorizado. Eso no hará que aumente nuestro déficit y estaríamos saliendo de la
peor recesión de nuestra historia", explicó Obama.
"Hemos luchado muy duro para salir de una crisis como para
que un grupo de republicanos extremistas nos lleven a otra. La incertidumbre
que se está viviendo por esta tontería provoca que la confianza del consumidor esté
bajando, miles de compradores no sepan lo que va a pasar y esto genera más
crisis. No podemos permitirlo. Nuestro déficit está cayendo más rápido de lo que hemos visto en décadas".
"Si hay alguna duda de mi sinceridad, he presentado
proyectos para reducir el déficit y aumentar el empleo. Si hay republicanos
dispuestos a hablar, vamos a negociar. Pero no lo voy a hacer hasta que los
extremistas dejen de obligar a Boehner a mantener esa actitud. Así no funciona
la democracia".
"Aprobemos un proyecto, paguemos nuestras cuentas, evitemos
una crisis y dejemos de lado estas voces que hacen daño a nuestro país", concluyó.
Más
temprano, Obama llamó por teléfono al líder republicano en el
Capitolio, John Boehner, para insistirle en que no negociará en torno a
la reapertura gubernamental ni sobre una legislación que debe ser
aprobada para impedir que Estados Unidos caiga en mora de pagos.
Es que este
martes se cumple una semana desde
que el gobierno norteamericanodecretó el cierre administrativo. Mientras gran parte de la población rechaza esta medida,
republicanos y demócratas siguen con indefiniciones
en torno a la reforma sanitaria, principal eje de conflicto que
provocó el rechazo de la ley presupuestaria.
Asimismo, según
un sondeo realizado por The
Washington Post, el 70% de los ciudadanos norteamericanos desaprueban la manera en que
el arco opositor está manejando la cuestión. Ese índiceregistra un aumento del 7% de desaprobaciones con
respecto a los números arrojados una semana atrás.
En ese sentido, seguramente también ha influido la
posición del Partido Republicano respecto a la otra medida polémica,
que tiene como plazo final el próximo 17 de
octubre. Se trata de la ley que busca impulsar el presidente Barack Obama para
elevar el techo de la deuda.
Especialistas en la materia e incluso el propio
mandatario aseguraron que un rechazo al incremento del endeudamiento de los
Estados Unidosrepresentaría un gran problema
para el país, que podría entrar en recesión. Un hecho sin
precedentes para la primera economía mundial.
En tanto, el rechazo a la gestión del ala demócrata
también se incrementó en la última semana, según este sondeo. Con un aumento del
5%, la visión negativa sobre el arco oficialista se elevó al 61 por
ciento.
Noticia Relacionada EE.UU: demócratas y republicanos tienen 10 días para evitar el default
Todavía sin acuerdo para terminar con el shutdown, si para el 17 de octubre el presidente Barack Obama no consigue el apoyo de los republicanos sobre el aumento de la deuda, el país entraría en una recesión con impacto a nivel global
Mientras Estados Unidos aún no pudo llegar a un acuerdo para levantar el shutdown que mantiene paralizada a gran parte de la administración pública, al presidente Barack Obama le quedan diez días para conseguir el apoyo de los republicanos y aprobar el aumento del techo de la deuda. En caso contrario, la primera economía mundial podría entrar en recesión, con consecuencias a nivel global.
Por eso, la preocupación cada vez es mayor en Washington y en los mercados internacionales ante las posibilidades de un default sin precedentes de la economía de Estados Unidos, al continuar bloqueadas las negociaciones sobre la deuda entre republicanos y demócratas en el séptimo día de parálisis del Estado federal.
La Casa Blanca advirtió que un eventual default de la deuda de Estados Unidos generaría un escenario "terrible", con consecuencias a largo plazo. Asimismo, el Departamento del Tesoro estima que el 17 de octubre ya habrá agotado su abanico de medidas paliativas en caso de que no se apruebe en el Congreso un aumento del techo de la deuda.
El domingo, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, volvió a mostrarse reticente y excluyó que sus compañeros de bancada aprueben tal aumento si no obtienen concesiones políticas de parte del presidente demócrata Barack Obama, particularmente en lo relacionado con la reforma sanitaria impulsada por el mandatario.
"El presidente se arriesga a que el país caiga en el default, pero no negocia con nosotros", dijo el dirigente republicano a la cadena televisiva ABC News.
En tanto, Gene Sperling, asesor del presidente norteamericano, criticó la postura inflexible de Boehner y expresó que es inaceptable ligar el tema de la deuda al de la reforma del sistema de salud. "A muchos los decepcionaron las declaraciones de Boehner", sostuvo.
"Si permitimos que se instale un proceso de este tipo, se generarán grandes daños a nuestra democracia, a nuestra economía, a la confianza en la fiabilidad de Estados Unidos", insistió.
Un cese de pago de la deuda, algo sin precedentes en la historia de Estados Unidos, podría llevar a la primera economía mundial a la recesión, con consecuencias mundiales, advirtió el Tesoro.
Otro asesor económico de Obama, Jason Furman, destacó, a su vez, que la única salida posible a la crisis sería un aumento del techo de la deuda, actualmente fijado en 1,67 billones de dólares.
Un default tendría consecuencias "tan terribles que no quiero siquiera hablar al respecto", dijo.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, declaró, por su parte, el domingo, que Estados Unidos se quedará sin su capacidad para pedir prestado el 17 de octubre y con sólo 30.000 millones de dólares en efectivo en la mano para cumplir con sus obligaciones.
"El Congreso está jugando con fuego", dijo al programa El estado de la Unión, de la cadena CNN.
Por su parte, con relación al posible coletazo internacional que esto podría provocar, el viceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao, resaltó la necesidad para el mundo de que Estados Unidos no entre en default. "Al ser la economía más grande del mundo y el emisor de la principal moneda de reserva del planeta, es importante que Estados Unidos mantenga la solvencia de sus bonos del Tesoro", analizó.
Y concluyó:"Es importante tanto para la economía estadounidense como la economía mundial. Y el reloj está corriendo".
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