Tras el éxito de unas pruebas clínicas en niños africanos
La primera vacuna contra la malaria,
en la que ha colaborado el científico español Pedro Alonso, puede estar
disponible en 2015 tras el éxito de unas pruebas clínicas en niños
africanos, informó este martes la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK).
La vacuna, conocida como RTS,S,
ha conseguido en un periodo de 18 meses reducir a casi la mitad los
casos de malaria en niños de entre 5 y 17 meses tras recibir la primera
inmunización, según los detalles de los exámenes divulgados hoy.
En los ensayos han colaborado numerosas instituciones
académicas de África, Europa y Estados Unidos, entre ellas la
Universidad de Barcelona, en la que trabaja Pedro Alonso, uno de los
investigadores de la lucha contra la malaria más conocidos del mundo.
Se estima que cerca de 600.000 personas mueren cada año en
África, en su mayoría menores de cinco años, por este mal que es
producido por el parásito Plasmodium falciparum, cuyos vectores son
diversas especies del mosquito del género Anopheles.
Ante los alentadores avances conseguidos en la Fase III de
estas pruebas, GSK -que ha tomado parte en esta investigación- informó
hoy de que pedirá el año próximo el permiso para comercializar la vacuna
RTS,S a la Agencia Europea del Medicamento (EMA). De acuerdo con la
multinacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha indicado
que puede recomendar la RTS,S a principios de 2015 si la EMA da su visto
bueno.
A precio de coste
GSK ha trabajado en los últimos años en colaboración con la
organización no gubernamental PATH y las pruebas han contado con la
financiación de la Fundación Bill & Melinda Gates. Un portavoz de
GSK dijo hoy a Efe que la farmacéutica ha aportado 350 millones de
dólares (257 millones de euros) y la fundación Gates, 200 millones de
dólares (147 millones de euros). Sobre el eventual acceso de la
población a este fármaco, el portavoz subrayó que GSK la comercializará a
precio de coste.
Los resultados de estos ensayos clínicos serán presentados
hoy en la ciudad sudafricana de Durhan en un simposio especializado, si
bien fueron adelantados por la farmacéutica británica.
En estos exámenes tomaron parte once centros de
investigación en siete países africanos y se evaluó la eficacia de este
fármaco en el contexto de otras medidas tomadas para prevenir el mal,
como el uso de mosquiteras, utilizadas por el 78 por ciento de los
niños.
Así, las pruebas mostraron que, 18 meses después de la
primera vacunación, los niños de entre 5 y 17 meses experimentaron una
reducción del 46% de la enfermedad, teniendo en cuenta que puede ser
adquirida más de una vez.
Al mismo tiempo, las hospitalizaciones por paludismo se
vieron reducidas en un 42 % en ese periodo. En concreto, las pruebas se
realizaron en Ghana, Burkina Faso, Gabón, Kenia, Tanzania, Malawi y
Mozambique.
«En África experimentamos cerca de 600.000 muertes al año
por la malaria, principalmente de niños menores de cinco años», dijo hoy
Halidou Tinto, el principal investigador y presidente del llamado
Comité de Ensayos Clínicos (CTPC, siglas en inglés), que supervisa la
Fase III de este programa de la RTS,S.
«Muchos millones de casos de malaria llenan nuestras salas
en nuestros hospitales. Se están haciendo progresos con las mosquiteras y
otras medidas, pero necesitamos más instrumentos para combatir esta
terrible enfermedad», afirmó.
Desde los años 90 los científicos han buscado una vacuna
efectiva contra la malaria pero, con excepción de RTS,S, ninguna ha
arrojado hasta ahora resultados alentadores.
Los científicos llevan años estudiando este mal y en 2002
expertos del Reino Unido y Estados Unidos descifraron el mapa genético
del parásito de la malaria y del mosquito que la transmite, en su
búsqueda de avances para el control de la enfermedad.
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