A horas de una sesión en la Cámara de Representantes de EEUU, donde persiste la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas, el presidente reiteró su pedido por el final del bloqueo a los fondos del Estado
La falta de
acuerdo entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto paraliza desde el
martes la administración estadounidense y no
parece estar en vías de solución.
El Senado ya aprobó el presupuesto y "tiene suficientes legisladores republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes dispuestos a hacer lo mismo, y poner fin inmediatamente a la parálisis presupuestaria", dijo Obama.
"Pero el ala derecha del partido Republicano no quiere dejar al presidente de la Cámara John Boehner someter esta ley a votación", agregó.
"Vayan y voten. Paren esta farsa y pongan fin al bloqueo ahora", dijo el presidente estadounidense al dirigirse a los representantes opositores.
Obama había dicho el jueves que Boehner busca complacer a los extremistas de su partido.
El presidente se ha negado a negociar con los republicanos bajo condiciones como la de establecer recortes al presupuesto de la ley de salud -el principal logro del mandatario- aprobada en 2010 y refrendada por la Corte Suprema.
Los republicanos amenazan por su parte con atar a esta negociación presupuestal la autorización para que Estados Unidos emita más deuda.
Sin un acuerdo que permita aumentar el tope legal de endeudamiento del país, Estados Unidos podría entrar en moratoria por primera vez en su historia.
El Senado ya aprobó el presupuesto y "tiene suficientes legisladores republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes dispuestos a hacer lo mismo, y poner fin inmediatamente a la parálisis presupuestaria", dijo Obama.
"Pero el ala derecha del partido Republicano no quiere dejar al presidente de la Cámara John Boehner someter esta ley a votación", agregó.
"Vayan y voten. Paren esta farsa y pongan fin al bloqueo ahora", dijo el presidente estadounidense al dirigirse a los representantes opositores.
Obama había dicho el jueves que Boehner busca complacer a los extremistas de su partido.
El presidente se ha negado a negociar con los republicanos bajo condiciones como la de establecer recortes al presupuesto de la ley de salud -el principal logro del mandatario- aprobada en 2010 y refrendada por la Corte Suprema.
Los republicanos amenazan por su parte con atar a esta negociación presupuestal la autorización para que Estados Unidos emita más deuda.
Sin un acuerdo que permita aumentar el tope legal de endeudamiento del país, Estados Unidos podría entrar en moratoria por primera vez en su historia.
Republicanos analizan un cambio de estrategia por el cierre de gobierno
Alertados porque las encuestas los señalan como los culpables del cierre del gobierno en Estados Unidos, evalúan correr el foco del Obamacare y discutir más ampliamente el presupuesto

"No es un maldito juego. El pueblo estadounidense no quiere el cierre de su gobierno. Tampoco yo", afirmó John Boehner, presidente de la Cámara Representantes, que es controlada por los republicanos.
Si bien su postura original era que el Senado, de mayoría demócrata, debía abrir la discusión sobre el alcance de la reforma sanitaria para destrabar las negociaciones, muchos en su partido ya no piensan lo mismo.
En primer lugar, porque ven que ni el presidente Barack Obama ni los legisladores demócratas se muestran dispuestos a ceder en lo que consideran uno de los legados de su gestión. En segundo lugar, porque la mayor parte de los ciudadanos acusa a los republicanos por el cierre del Gobierno, según las principales encuestas.
La propuesta sería, entonces, correr el eje de la reforma sanitaria y buscar una reducción del déficit rediscutiendo más ampliamente el presupuesto.
Por eso, puertas adentro, Boehner insiste en que los republicanos deben presentar un proyecto que pueda concitar el apoyo demócrata.
"Este tiene que ser un gran acuerdo bipartidista. Esto se trata mucho más de llegar a un amplio entendimiento sobre el presupuesto que del Obamacare", afirmó el congresista republicano Tom Cole, muy cercano a Boehner.
Ante la dramática situación vivida por miles de empleados públicos que fueron suspendidos como consecuencia del cierre, la Cámara de Representantes anticipó que este sábado votará una norma para asegurar el pago retroactivo de los salarios para todos ellos.
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