Una macabra escena de Halloween aterroriza un vecindario

La escena es perturbadora. En el frente de una casa el cuerpo de un hombre que parece decapitado por el golpe de la puerta de un garaje yace en el suelo, y sangre cubre abundante el área cercana. A pocos pasos otra figura yace bajo un automóvil, el lugar también manchado de sangre, y con la cabeza de la presunta víctima debajo del vehículo, presumiblemente aplastada por él.

Parece una escena tras un intenso tiroteo, o después de un violentísimo ataque cuerpo a cuerpo, o un accidente realmente terrible e infortunado. De acuerdo con agencias de noticias, en el vecindario de la ciudad de Mustang, Oklahoma, donde pudo verse esa escena, hubo reacciones de inquietud, disgusto y  shock.
Incluso, según la AP, una persona llamó al teléfono 911 para reportar que la cabeza de un hombre había sido arrojada contra la puerta de un garaje.
Afortunadamente, cuando el personal de emergencias llegó a la casa encontró que todo era una simulación: los cuerpos eran muñecos de tamaño real, la sangre presumiblemente pintura y todo no era sino una exageradamente realista y macabra decoración de Halloween.
Jennifer y Johnnie Mullins, que viven en la caza donde se desplegó tal escena, decidieron montarla más que nada, cabe suponer, por diversión. Y quizá por tener el suficiente tiempo libre para hacerlo, pues Johhnie recibe una compensación económica por no poder trabajar (recibe una ‘worker’s compensation’, prestación que se paga a un trabajador tras haber sufrido una lesión en el trabajo).
Junto a los cuerpos decapitados y ensangrentados, para quitarle algo de realismo a la escena, hay también enormes telarañas y calaveras vestidas de negro. Claro, en contraparte, los Mullins añadieron también un poco de cinta amarilla similar a la que se usa en las escenas de crímenes y un letrero con una amenazadora y a la vez bromista alusión al espectador: “Tú eres el siguiente”.
La pareja se dice sorprendida por la enorme reacción que su instalación de Halloween ha tenido. Y aunque sí tuvieron una intención provocadora, siempre se lo habrían tomado a broma. Por eso, a Jennifer Mullins le pareció “ridículo” que alguien llamara al 911.
Vecinos entrevistados por la AP reconocieron que, al principio, sintieron escalofríos al ver la decoración en la casa de los Mullins y pensaron que algo realmente malo había allí sucedido, pero inmediatamente cayeron en la cuenta de que todo era la decoración de la temporada.
Halloween, a fin de cuentas. Niños pidiendo dulces. Y algunos con un sentido del humor un poco exagerado, y hasta macabro.
Las autoridades del 911, desde luego, tras llegar a la escena determinaron que no había crimen que perseguir y consideraron la llamada una falsa alarma.