Recomienda políticas para proteger a este segmento de la población
SANTO DOMINGO. Más de una tercera parte
de la población envejeciente de la República Dominicana continúa
laborando, a pesar de tener edades en las que se espera hayan sido
jubiladas, pensionadas o estén en ese proceso, indica la Oficina
Nacional (ONE) de Estadísticas en su último boletín.
La ONU considera a una persona adulta mayor, a partir de los 60 años.
De acuerdo con la ONE, que se basa en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) 2012, la tasa de ocupación total de las personas adultas mayores (porcentaje de personas que están ocupadas en algún oficio, sea remunerado o no, en relación con la población en edad de trabajar) es 35%, predominando la ocupación en los hombres (52%) frente a las mujeres (19%). "Si se estima, además, que siete de cada diez personas adultas mayores son afectadas por la pobreza, se estaría frente a un panorama en el cual una significativa proporción no cuenta con ingresos suficientes para una vida con calidad en esta etapa", señala el informe.
El informe destaca además, un alto nivel de informalidad en este segmento, ya que por cada adulto mayor empleado en el sector normal, 10 están en el informal. "Esto implica que los y las envejecientes que continúan laborando no cotizan en fondos de pensiones, por lo que no contarán con una pensión en el momento de su retiro", dice el documento.
La ONU considera a una persona adulta mayor, a partir de los 60 años.
De acuerdo con la ONE, que se basa en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) 2012, la tasa de ocupación total de las personas adultas mayores (porcentaje de personas que están ocupadas en algún oficio, sea remunerado o no, en relación con la población en edad de trabajar) es 35%, predominando la ocupación en los hombres (52%) frente a las mujeres (19%). "Si se estima, además, que siete de cada diez personas adultas mayores son afectadas por la pobreza, se estaría frente a un panorama en el cual una significativa proporción no cuenta con ingresos suficientes para una vida con calidad en esta etapa", señala el informe.
El informe destaca además, un alto nivel de informalidad en este segmento, ya que por cada adulto mayor empleado en el sector normal, 10 están en el informal. "Esto implica que los y las envejecientes que continúan laborando no cotizan en fondos de pensiones, por lo que no contarán con una pensión en el momento de su retiro", dice el documento.
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