La ley contempla los casos de los nacidos
con órganos femeninos y masculinos, conocidos como "intersexuales". A la
hora de la inscripción, se podrá dejar en blanco el casillero del sexo y
corregirlo en cualquier momento
Hombre, mujer o ambos a la vez: Alemania se convertirá, el viernes, en el primer país europeo que reconoce la existencia de un "tercer sexo" con la entrada en vigor de una nueva ley que promete una revolución jurídica y social.
La normativa permite a los padres de bebés nacidos con órganos sexuales masculinos y femeninos, conocidos como "intersexuales", dejar en blanco la casilla que precisa el sexo al inscribirlos en el registro de personas.
La persona puede corregir el dato en cualquier momento y elegir si quiere figurar como hombre o como mujer.
Pero la legislación también le permite no escoger nunca entre las dos
opciones tradicionales y mantenerse toda la vida indefinido.
"Si
el niño no puede ser clasificado ni en el sexo masculino ni en el
femenino, puede figurar sin ese dato en el registro de nacimiento",
señala el texto de la nueva ley, aprobada en mayo por el gobierno
conservador de Angela Merkel.
Los intersexuales (antes llamados hermafroditas) nacen con órganos de ambos sexos en diferente grado de desarrollo y visiblidad.
Se diferencian así de los transexuales, que tienen características
físicas claramente definidas de un sexo, pero se sienten del otro.
El trastorno es tema central en la galardonada película XXYde
la argentina Lucía Puenzo, en la que una adolescente intersexual (Inés
Efrón) debe afrontar no sólo la ambigedad de su cuerpo, sino también
los prejuicios sociales que despierta. Se estima que sólo en Alemania
nacen unos 400 intersexuales cada año.
Muchos se ven forzados por sus padres a adoptar una identidad sexual que sienten extraña e incluso son operados. La mayoría soporta una fuerte presión por optar por un género, como la joven de XXY. La nueva ley alemana afronta ahora esa realidad.
"Podría enseñarles a los padres de niños así que siempre es mejor esperar antes de forzarlos a inscribirse en un sexo", comentó al diario Sddeutsche Zeitung un intersexual que creció educado como mujer hasta que se dio cuenta a los 30 años de que genéticamente era un hombre.
Pese a que los juristas evitan hablar explícitamente de la creación de un "tercer sexo" con la normativa, los medios alemanes consideran que "es lo que ocurre en la práctica" y hablan ya de "una revolución jurídica". Alemania es el segundo país del mundo que les da reconocimiento legal, después de que Australia lo hiciera también este año.
Allí vive Tony Briffa, el primer alcalde abiertamente intersexual, que contó su historia en un emotivo video.
"Mis
primeros recuerdos son en el hospital. La mayoría de los otros niños
estaban mal, incluso eran enfermos terminales. Irónicamente, a mí no me
pasaba nada malo, estaba sano. Pero solía ver a mi madre llorando antes
de las citas médicas", recuerda Briffa.
Desde antes de su entrada en vigor, la ley viene abriendo diversos interrogantes jurídicos en Alemania.
¿Quién determinará si el sexo del niño no está suficientemente claro?
¿Qué ocurrirá con el resto de las leyes que hablan de forma explícita
sobre hombres y mujeres? ¿Se incorporará en los documentos el género "X"
junto al "M" y al "F"?
La ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, adelantó que hará falta una "amplia reforma" de la legislación vigente. El camino para la igualdad de los "intersexuales" es largo, pero Europa romperá este viernes la primera barrera para recorrerlo.
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