Antes de perecer recientemente en la atmósfera en el final de su vida útil, GOCE
logró registrar, en tiempo real, los resultados del terremoto, el
quinto mayor registrado en el mundo. Esos datos han sido analizados
ahora y revelan que el temblor alteró el campo gravitatorio terrestre en
esa zona.
La
intensidad de la gravedad en nuestro planeta varía de un punto a otro.
Estos cambios se deben fundamentalmente a la composición y densidad del
manto bajo la corteza terrestre. El terremoto de Tohoku fue tan potente
que causó cambios en la zona a varios kilómetros bajo la superficie.
En
las dos fotos sobre estás líneas puede verse que hace sólo un año,
Japón era una zona estable y regular en lo que se refiere al campo
gravtatorio. La foto inferior ilustra cómo ha cambiado esa fuerza tras
el terremoto, con una zona en la que ha aumentado (amarilla) y otra en
la que ha disminuido (en azul).
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