El sexo es mejor en las personas que practican algún tipo de deporte
Otro llega de la mano de la comunidad científica que desde
hace tiempo trata de hacer llegar a la ciudadanía un mensaje claro y
unánime: la necesidad de mantener una actividad física regular como el
primer paso, y uno de los más eficaces, para prolongar la vida en las
mejores condiciones físicas y psíquicas posibles. Porque el ejercicio,
explican Antonio Ríos y Ángel de la Rubia, Socios y cofundadores de tulesióndeportiva.com,
protege la salud del corazón, previene el desarrollo de diabetes,
mejora la circulación y la función pulmonar, ayuda a reducir el riesgo
de depresión y ansiedad, además de mantener el peso a raya.
Sin embargo, la obtención de todos estos beneficios con tan
sólo «moverse» varias veces a la semana no siempre consigue estimular a
los pacientes. «Tal vez, si todos ellos supieran que la práctica de
deporte regular contribuye a mejorar notablemente su vida sexual, se lo piensen dos veces», apunta los expertos.
De hecho, se sabe que en varones sedentarios, la actividad física contribuye a mejorar la salud sexual gracias a su papel en la prevención de la disfunción eréctil,
una patología que se asocia con frecuencia a la edad y/o a patologías
metabólicas como la diabetes. «En el caso del sexo contrario, el
ejercicio ayuda a mejorar el tono muscular pélvico, una región que se
resiente con frecuencia tras la maternidad, además de prevenir, tal y
como han demostrado los estudios científicos, la incontinencia urinaria y
aumentar el apetito sexua»l. Pero, además, afirman, y según un artículo
reciente publicado en el The Journal of Sexual Medicine,
en el que se comparó a 25 jugadoras de balonmano y voleibol de entre 20
y 45 años sexualmente activas con otras tantas mujeres sanas de la
misma edad, se ha podido demostrar que la
práctica regular de ejercicio contribuye efectivamente a elevar el
flujo sanguíneo en el clítoris, lo que potencia la función sexual
femenina. De hecho, el trabajo, indican, además de constatar,
gracias a la evaluación de las medidas del flujo con ultrasonido doppler
(técnica especial que evalúa la circulación de la sangre a través de
los vasos sanguíneos) esta premisa, determina también que las atletas
reconocieron gozar de una mejor función sexual que las féminas sanas.
Más sanos
¿Se puede afirmar, no obstante, que el ejercicio físico
proporciona una mayor satisfacción sexual o que las personas más activas
y que practican ejercicio son más sanos y por tanto tienen una vida
sexual más plena y satisfactoria? «Creemos que ambas hipótesis son
certeras».
Por ejemplo, dicen, «pese a que se ha alimentado el mito de que los pacientes víctimas de un infarto de miocardio o un ictus deberían abstener de mantener relaciones sexuales,
los últimos hallazgos científicos echan por tierra esta teoría. Máxime
en los casos en los que los afectados se incorporan paulatinamente a su
vida cotidiana y siguen las recomendaciones médicas posteriores a un
evento, que incluyen, entre otras, la adhesión al ejercicio físico».
Sin embargo, reconocen los expertos, es cierto que la práctica de sexo ocasional en personas con historial de enfermedad cardiaca o en pacientes en los que la patología es silente,
es decir, «aún no ha dado síntomas, puede incrementar el riesgo de
sufrir una muerte súbita, un primer episodio o nuevos eventos
cardiacos».
Ansiedad, depresión, etc.
Otra verdad: el ejercicio disminuye la ansiedad, la
depresión, la tensión y la hostilidad. «Mejora, por tanto, el control
del estrés personal y laboral». Hay hasta cuatro neurotransmisores
básicos que se relacionan con el estado de ánimo: epinefrina, dopamina,
serotonina y las conocidas endorfinas. La epinefrina, perteneciente al
grupo de la adrenalina, es la encargada del estado de alerta. Aunque las
más importantes son la serotonina y la dopamina. Respecto a la primera,
señalan, «es el antídoto contra la depresión ya que eleva la moral y el
estado de ánimo. Pero se encuentra por debajo de sus niveles normales
en situaciones de estrés y ansiedad, o si nuestra dieta es rica en
ácidos grasos y pobre en carbohidratos».
La dopamina es la responsable del ciclo sueño/vigilia. Sus
niveles se alteran en situaciones parecidas a la serotonina, no en vano
están muy relacionadas, explican. «Cuando la serotonina aumenta en el
cerebro, lo hace también la dopamina. Estos dos neurotransmisores se
elevan durante la práctica de ejercicio de intensidad moderada, pero
relativamente prolongada, como sucede con la carrera, la bicicleta, la
natación o caminar».
Y ya se sabe a mejor humor y menos depresión, más posibilidades de mantener o elevar la libido. De hecho, el deporte aumenta el deseo a través de otro mecanismo: las endorfinas.
Son, explican Ríos y de la Rubia, «las sustancias encargadas de aliviar
del dolor tras la realización de un esfuerzo, y las responsables de esa
sensación de cansancio placentero tras un ejercicio intenso. Son los
analgésicos naturales que fluyen por nuestros capilares una vez
terminamos el entrenamiento. Cuanto más regulares seamos en el hábito
saludables, más endorfinas segregaremos y más bienestar percibirán
nuestros músculos y articulaciones y, en consecuencia, más apetecible
resultará la práctica sexua»l.
Se sabe que durante el orgasmo, el varón libera
testosterona, lo que durante años se asoció a agresividad, de ahí que
estuviera extendido el mito de no practicar sexo la noche antes de un partido o de una competición porque resultaba perjudicial:
disminución de la agresividad, aumento de la fatiga muscular y
reducción en la atención. Sin embargo, los último trabajos, como el
realizado por investigadores de Erasmus Universitaite Rotterdam (Países Bajos) y publicado en Psychological Science,
establecen que la liberación de la hormona contribuye a un mayor juicio
a la hora de tomar decisiones y a un comportamiento más prosocial. Hoy
en día se acepta que las relaciones sexuales la noche antes del
ejercicio físico intenso no tienen ninguna repercusión en el rendimiento
posterior. Incluso un campeón dijo: «El sexo te hace feliz y nadie
corre el 1.500 en 3:30 siendo infeliz».
Ahora, con toda esta información, puede que le interese saber qué deportes se han apuntado como los más idóneos para mejorar la vida sexual, como correr o practicar ejercicio al aire libre. Otro de ellos es el Pilates.
«Un reciente estudio ha constatado que los varones que lo practicaban
durante dos horas semanales a lo largo de tres meses mostraron una mayor
flexibilidad, más fuerza en la parte superior del cuerpo, además de
mejorar su fuerza abdominal».
Otro trabajo, es esta ocasión de la Loyola University HealthSystem,
en EE.UU. , ha demostrado que la práctica de Yoga favorece las
relaciones sexuales cuando se practica en pareja al lograr fortalecer la
confianza, la relajación y la diversión.
«A partir de aquí, sólo queda tomar la decisión y recordar
que la práctica de ejercicio físico puede hacer mucho o casi todo por su
salud, incluida la sexual».
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