Si de algo se puede estar seguro es que los nuevos tiempos traerán nuevas acciones.
Y
el artículo que mostraremos a continuación es una prueba de eso.
Sucede que en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, hay un sacerdote
el cual también es taxista y a la hora de montar un pasajero, los
mismos pueden confesarse con él en el transcurso del camino a su
destino.
Por
lo que a simple vista se puede ver que ya no es necesario tener que ir
a la iglesia para confesarse, sino montarse en el taxi de Joseph Djan.
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