La obesidad o el sobrepeso podrían ser factores claves en la fertilidad
El sobrepeso y la obesidad alteran la calidad y la cantidad
del semen algo que, para los autores de una investigación publicada en «Human Reproduction», sugiere que el problema con el peso corporal también influiría en la fertilidad.
El equipo del Michael Eisenberg, de la Facultad de Medicina de Stanford University,
en EE.UU., reunió a 468 parejas que querían concebir un hijo para
evaluar el semen de los varones. Además, los pesó y les midió la
circunferencia de la cintura. Con esta información, halló que los
valores elevados del diámetro de la cintura y el IMC estaban asociados
con un menor volumen de eyaculación. «La eyaculación incluye varias
sustancias químicas que les proporcionan a los espermatozoides un
ambiente seguro. Si la cantidad disminuye, eso puede ser un problema»,
señala Eisenberg.
Los resultados mostraron que la cantidad de
espermatozoides, otro valor importante, disminuía en los hombres con una
cintura grande. «La cantidad de espermatozoides es sólo eso: el número por centímetro cúbico de semen», afirman.
Los varones con un IMC mayor tenían un 22% menos de esperma que los demás
Los investigadores explican que un volumen de semen alto,
dentro del rango óptimo de entre 2 y 5 ml, incluye más espermatozoides.
Un volumen por debajo de 1,5 mLs causa infertilidad, aunque aclaró que
el exceso tampoco es saludable. Y en el estudio, el participante
promedio, con un IMC normal, tenía un volumen de semen de 3,3 mL y los
participantes con el IMC más alto (obesidad mórbida) tenían 2,8 mL,
mientras que los varones con las circunferencias de cintura más grandes
(más de 100 cm) tenían un 22 por ciento menos de esperma total que los
hombres con un diámetro de cintura normal (menos de 95 cm).
El equipo no detectó relación alguna con la concentración,
motilidad, vitalidad o apariencia de los espermatozoides. La mitad de
los participantes ya tenía hijos al momento del estudio y ninguna pareja
estaba realizando un tratamiento de fertilidad al ingresar al estudio.
El equipo no siguió a las parejas para saber si los hombres
finalmente pudieron tener otro hijo. La mayoría de los varones hacía
ejercicio menos de una vez por semana, de modo que los autores no
pudieron analizar los efectos que el ejercicio regular tendría en el
esperma.
«La gran pregunta es cómo adelgazar influiría en la cantidad de espermatozoides de los hombres con un número basal reducido», señala Keith Jarvi, del Hospital Monte Sinaí, Toronto, Canadá.
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